Los de Espárrago no pueden contra un rival con nueve

Dos córners en apenas tres minutos a favor del Levante fueron un claro presagio de lo que le iba a esperar al Cádiz en esta primera parte. Los valencianos llegaron a Carranza dispuestos a demostrar que son candidatos al ascenso. Una tímida presión y un inspirado Rubén Suárez fueron argumentos suficientes para que los visitantes dominasen a un apático Cádiz.

Apenas tuvieron ocasiones los de Espárrago en los primeros 45 minutos. La más clara en el minuto 18 con un mano a mano de Enrique que Manu acierta a desvíar a saque de esquina. A partir de ahí el encuentro se convirtió en un monólogo de los visitantes.

El premio del gol llegaría para el Levante en el minuto 21 por medio de su mejor hombre, Rubén Suárez, que golpea una falta lejana que no atina a atajar un mal colocado Casilla. Instantes después Mansilla despejaba in extremis un remate picado de Juanlu.

Sí acertaría de nuevo el Levante al filo del descanso. Córner que peina Ballesteros en el primer palo y Héctor Rodas, con el pecho, empuja el esférico a la red. El Cádiz se marchaba al descanso tras ofrecer una pésima imagen y entre la pitada de su afición.

La segunda parte comenzaba con la expulsión de Xisco Muñoz por doble amarilla. El Cádiz tenía que remontar ahora ante diez. Los minutos que quedaban por delante resultaron frenéticos.

En el minuto 54 un extraño penalti permitía al Cádiz recortar diferencias por medio de Toedtli. Carranza resucitaba pero Juanlu, a balón parado, callaba a la grada con un gol a la salida de córner. Sin embargo, el propio jugador veía acto seguido la segunda amarilla por quitarse la camiseta en la celebración. El Levante se quedaba con nueve. Y cuatro minutos después, Toedtli enganchaba un cabezazo en plancha que se convertía en el segundo de la tarde y resucitaba, una vez más las esperanzas cadistas (2-3).

Espárrago se jugaba el todo por el todo a falta de 15 minutos. Ramis debutaba como jugador del Cádiz y formaba en el campo junto a Toedtli y Tristán. El uruguayo dejó buenas impresiones en su primera aparición.

Los últimos minutos del partido fueron un acoso y derribo amarillo sobre la defensa a la desesperada del Levante. Pero en el 38’ llegaba la puntilla. Con nueve sobre el campo Rafa Jordá lograba marcar el cuarto para su equipo en un balón aislado pero que no admite justificación en situaciones de este tipo.

El Cádiz acabó pagando sus errores de la primera parte y se mostró incapaz de dar la vuelta al marcador pese a jugar con dos hombres más.