El Mentidero escapa de su jaula

«Han hecho las obras muy despacito para no equivocarse». De esta forma bromeaba ayer Juan Chicón, gerente del bar Serrallo situado en la esquina de la popular plaza de El Mentidero, y uno de los empresarios más afectados por la demora en su remodelación.

Precisamente, ayer sábado era el primer día en que buena parte del vallado colocado en octubre para el inicio de estos trabajos pasaba a mejor vida. El Mentidero recobraba, aprovechando el buen tiempo y «el solecito» del último fin de semana de enero, su ritmo habitual, y las terrazas comenzaban a llenarse.

«Aquí hemos perdido casi un 50% de nuestros ingresos habituales», aseguraba Chicón. Su opinión era similar a la del resto de comerciantes. Francisco Lozano, responsable del estanco de El Mentidero, coincidía plenamente. «Llevamos muchos meses con molestias y ahora parece que vemos la luz; cualquier cosa que se haga en esta zona tiene una gran repercusión económica para nosotros», apuntaba.

Desde el restaurante Gotinga, uno de sus empleados, Emilio Cortina, se congratulaba por el hecho de que «hayan quitado las vallas justo cuando ha venido el buen tiempo y los carnavales», y recordaba «las pérdidas en la terraza».

Los trabajos en la plaza de El Mentidero de Cádiz están vinculados al Plan E del Gobierno central. Han contado con un presupuesto de 300.000 euros y los retrasos en las obras han estado motivados, en parte, por el mal tiempo que ha azotado la provincia en diciembre.

En concreto, las mejoras en la zona han consistido en la sustitución del pavimento en el perímetro de la plaza, y en la colocación de nueva solería, respetando el arbolado y los bancos ya existentes.

Los comerciantes y vecinos de esta zona ubicada en el corazón de Cádiz consideran que «aunque ha quedado bien, había otras cosas donde gastarse ese dinero». Se da la circunstancia de que los trabajos aún no han terminado por completo; de hecho, mañana lunes está previsto que los operarios regresen a la faena en la zona alta de la plaza.