José Valverde (d), esposo de Pilar Juárez, junto al hijo de ambos, Bruno (i), en Santo Domingo. / Efe
tragedia en el caribe

Llegan a España los restos de la segoviana Pilar Juárez, víctima del seísmo en Haití

La alimentación de la población refugiada, la construcción de nuevos campamentos y el retorno de la actividad económica son los enormes desafíos del Gobierno y la comunidad internacional

PUERTO PRíNCIPE Actualizado: Guardar
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Los restos de la segoviana Pilar Juárez Boal, la funcionaria de la embajada de la UE muerta en el terremoto de Haití, han llegado hoy, sobre las 11.30 horas, al aeropuerto de Madrid -Barajas en un vuelo de Air Europa en el que han viajado también su marido José Valverde y su hijo Bruno.

La funcionaria española, de 53 años, fue sorprendida por el terremoto de 7 grados que asoló el país caribeño el pasado 12 de enero en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Puerto Príncipe. Su traslado se había atrasado debido a la demora en la entrega de unos informes técnicos de la ONU y la Unión Europea (UE). Fuentes familiares han indicado que quizá se retrase el funeral anunciado para las 16.30 horas de la tarde en La Granja (Segovia).

De momento, los restos de Pilar Juárez no se van a incinerar, como estaba previsto, sino que su cuerpo ha sido embalsamado con el fin de que se realice una nueva autopsia, una prueba pericial, para saber si murió en el acto o tardó tiempo en fallecer. Las fuentes de la familia, que han anunciado que en las próximas horas Valverde puede emitir un comunicado al respecto, han sostenido que aún falta el informe de Naciones Unidas sobre dónde apareció el cadáver, que fue encontrado el pasado día 21, cinco días después de que se identificaran erróneamente otros restos mortales, como los de la funcionaria segoviana.

Para sus familiares, Pilar estaba en acto de servicio, no se encontraba en Haití de vacaciones y, aunque se reconoce que estaba en un edificio de Naciones Unidas, faltan datos técnicos sobre la convocatoria de una reunión en la que se encontraba en calidad de representante de la UE.

Cadáveres y más cadáveres

Dos semanas después del seísmo, se siguen recogiendo cadáveres entre los escombros y las agencias internacional aún carecen de un mecanismo regular de distribución de comida y agua a los miles de afectados. Además, una nueva réplica de 4,9 grados de magnitud ha sacudido la parte occidental del país, según ha informado el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), cuyo epicentro se localizó a unos 44 kilómetros al noroeste de la ciudad costera de Jacmel.

La cifra de muertos aún no está cerrada: el ministro del Interior, Antoine Bien-Aimé, ha señalado que la cifra de cadáveres es ya "cercana a los 150.000", pero ha agregado que "aún quedan muchísimos bajo los escombros". Según Bien-Aimé, la recogida de muertos aún continúa porque en cada operación de desescombro, que se sucede con gran lentitud, aparecen nuevos cadáveres entre los cascotes. Si bien el lunes el titular de Sanidad, Alex Larsen, cifraba en 120.000 los muertos, Bien-Aimé ha dado hoy esta nueva cifra contando los cadáveres recogidos por los servicios del Estado, los gobiernos municipales y las propias familias, que en unos casos han enterrado a sus difuntos de inmediato y en otros los han transportado hacia el interior del país para hacerlo en sus lugares de origen.

El director general de la Policía Nacional, Mario Andresol, ha reconocido que una gran cantidad de muertos ha sido enterrada sin ser debidamente identificados en fosas comunes, y ahora el gobierno ha pedido ayuda a la Policía Internacional (Interpol) para intentar avanzar algo en la identificación, si bien no ha explicado cómo podrá hacerse. Andresol se ha referido también a la situación de la seguridad en la ciudad: el cuerpo de Policía que era de 5.000 agentes se ha visto reducido a solo 2.000 para todo Puerto Príncipe (cuya población se calcula cercana a los dos millones de personas). Además, ha recordado que 4.000 presos están huidos de la Prisión Central desde el mismo día del terremoto y "probablemente escondidos en Cité Soleil", el barrio más deprimido de Puerto Príncipe, dispuestos a delinquir pero sin pasar todavía a la acción. En cuanto a las acusaciones contra la policía de disparar balas reales contra grupos de saqueadores, ha reconocido que eso ha existido, pero ha agregado que hay un oficial detenido y apartado de su cargo tras haberse demostrado su culpabilidad.