Evo Morales saluda con los bastones de mando tras su investidura como líder espiritual de los indígenas en Tiahuanaco. :: EFE
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Morales jura como presidente del nuevo Estado plurinacional boliviano

El líder aymara despide a la «república liberal» y celebra la «igualdad» de los indígenas en un país que confía en atraer más inversiones

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Evo Morales asumió ayer la presidencia del renovado Estado Plurinacional de Bolivia. El mandatario aymara, que fue reelegido el pasado 6 de diciembre con una indiscutible mayoría, se ajustó por primera vez la nueva banda presidencial, en la que el antiguo escudo del país ha sido sustituido por un pedazo de la 'whipala', la bandera indígena que enarboló desde sus inicios como líder cocalero. En su discurso de investidura, Morales apostó por la «igualdad» para todos los pueblos originarios del país andino y confió en que la estabilidad impulse definitivamente el desarrollo de Bolivia.

El mandatario indígena juró su cargo ante su mano derecha, Álvaro García Linera, 'número dos' del Gobierno y presidente de la Asamblea del Estado Plurinacional. Para algunos, Linera es el auténtico ideólogo de la refundación del país y los planes promovidos por Morales. En palabras de Radio Fides, ambos forman un binomio en el que conviven «el poncho y la corbata».

Morales, que asumió la presidencia con el puño izquierdo en alto y la mano derecha sobre el corazón, ensalzó en su discurso el papel de los ciudadanos bolivianos en su proyecto. «Cuando los pueblos se ponen a la cabeza de sus dirigentes sindicales y sociales, y sienten su patria, la revolución se hace democráticamente como lo estamos haciendo en Bolivia, una revolución basada en la conciencia», proclamó.

El líder aymara tampoco olvidó en su intervención a los movimientos sociales, que a su juicio han luchado denodadamente para «recuperar y refundar» un Estado que reemplaza a la vieja «república liberal». El presidente destacó que la puesta en marcha de la nueva estructura institucional era un acontecimiento «popular» que celebraban en todo el país, de diez millones de habitantes. «Siento que llegó la hora de buscar la igualdad, la dignidad, la unidad en base a la solidaridad de todos nuestros pueblos», agregó en el Parlamento.

Autoridades extranjeras

Morales estuvo acompañado en su puesta de largo por un amplio abanico de mandatarios extranjeros, entre ellos Hugo Chávez, uno de sus principales apoyos durante los pasados cuatro años de gobierno. Tampoco faltaron a la cita Michelle Bachelet (Chile), Rafael Correa (Ecuador), Fernando Lugo (Paraguay), el príncipe Felipe y la Secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís. La víspera, el mandatario fue investido como líder espiritual de los indígenas. La colorista ceremonia atrajo a centenares de jóvenes de distintos puntos del país.

El escenario de la milenaria ciudadela de Tiahuanaco, donde Morales compareció con una vestimenta inspirada en la que lucieron sus antepasados, sirvió al mandatario para criticar abiertamente las posiciones de Washington. «Ese Estado colonial no trajo ninguna esperanza, tuvimos que esperar 180 años para refundar Bolivia y ahora tenemos un país donde todos los originarios tienen los mismos derechos».

Lo cierto es que Morales lo tendrá más fácil en su segundo mandato de cinco años gracias a su reforzada mayoría legislativa. Su primer reto será conseguir inversiones. Para ello, anunció un plan quinquenal de 11.292 millones de dólares (7.987 millones de euros) orientado a aumentar las reservas y las exportaciones de gas natural a Argentina y Brasil. Igualmente, prometió realizar grandes proyectos para la industria minera, eléctrica y de infraestructuras. Espera que al haber obtenido una estabilidad nunca antes lograda en la nación sudamericana pueda conseguir créditos por 6.155 millones de euros.

En los próximos seis meses, además, deberá legislar para recomponer el poder judicial y electoral, y regularizar las autonomías. Sin embargo, no le faltarán los conflictos. De momento, Morales sostiene que éste es su primer mandato conforme a la nueva Constitución, mientras que la oposición también suma el anterior.