EL CHEQUEO

Palomas

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La fuerte sanción impuesta a una vecina de Málaga, más de tres mil euros, por dar de comer a las palomas, puede ser imitada por otros municipios en la lucha y control de esas aves.

Las palomas, en contra de su apariencia tierna y frágil que inspira dulzura, son animales muy peligrosos para el hombre pues pueden transmitirle enfermedades como ornitosis, histoplasmosis, salmonelosis, criptococosis , encefalitis , conjuntivitis derivada de la enfermedad de Newcastle y tenias ,aparte de ser portadoras de chinches, garrapatas y moscas propias de esa especie. A su vez, causan el destrozo del mobiliario urbano y monumentos como consecuencia de sus corrosivos excrementos. Por algo las llaman las ratas voladoras. Pero a diferencia de éstas, que no tienen ningún defensor, las palomas atraen las simpatías de mucha gente que creen que al alimentarlas están ayudando a mejorar el entorno urbano.

Las palomas, sin ningún depredador en la ciudad, se han ido extendiendo y se han convertido en una auténtica plaga. Los métodos para atajarlas, algunos violentos e innecesarios por su crueldad como el envenenamiento, no acaban de funcionar a largo plazo. El más utilizado es el de jaulas trampa para trasladarlas a su medio natural: el campo. Pero aunque en un principio reduzcan la población durante algunas semanas, al cabo de ese tiempo la población vuelve a recuperarse. Lo único que realmente funciona es impedir que se le alimente y sancionar fuertemente al que lo haga.

Si damos una vuelta por algunas ciudades, vemos cómo ha ido cambiando la fisonomía de sus fachadas. Muchas se han llenado de antiestéticas púas para que no se posen en sus aleros. Un ejemplo de ello es la Diputación Provincial, que ha resuelto el problema en su edificio de la plaza de España pero que ha contribuido a que las que anidaban allí se esparzan por la ciudad.

En verano, al alba, es fácil observar a cientos de estas aves sobre la arena de la Playa de la Victoria disputándose los restos de comida que tiraron los bañistas, con el consabido riesgo de contagio para los que andan descalzos. Una medida higiénica efectiva sería adelantar al máximo el comienzo de la limpieza de la playa. Tampoco estaría de más una campaña informativa al respecto.