Scott Brown, acompañado de su esposa, Gail Huff, muestra la portada del 'Boston Herald' que recoge su victoria. :: REUTERS
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Massachusetts asusta a Obama

El triunfo de Scott Brown hace que los demócratas pierdan un escaño histórico y la mayoría en el Senado, lo que pone en riesgo la reforma sanitaria

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Justo cuando se cumplía un año de la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca con el respaldo de una amplia mayoría, los votantes del pequeño estado de Massachusetts enviaron un mensaje muy diferente al optar por un republicano desconocido para ocupar el asiento del fallecido senador Edward Kennedy. Además de su fuerte carga simbólica, la derrota de la candidata del presidente, Martha Coakley, tiene tremendas implicaciones políticas porque la nueva correlación de fuerzas -59 contra 41- rompe la 'supermayoría' demócrata en la Cámara alta.

Gracias a ella, el mandatario ha sido capaz de tejer una ambiciosa agenda con la reforma sanitaria como gran apuesta social de la legislatura. Si bien ninguno de sus grandes proyectos se frena de momento, el nuevo escenario obliga al Ejecutivo a redefinir su estrategia y buscar fórmulas de entendimiento con la oposición. Sobre la ley que debería dar cobertura sanitaria a la mayoría de los estadounidenses y que se encuentra en su última fase de aprobación parlamentaria, la líder de la mayoría demócrata, Nancy Pelosi, reconoció las dificultades pero se mostró convencida que «de una u otra manera» el país contará con un nuevo plan de salud.

Un axioma que casi siempre se cumple en la política de EE UU es que el partido que gana el poder federal tradicionalmente suele perder escaños en las legislativas del año siguiente. Los votantes rara vez renuncian a su deseo de reequilibrar la correlación de fuerzas entre republicanos y demócratas, y la situación actual, con un abrumador dominio del partido del presidente en el Senado y en la Cámara de Representantes, no era una excepción. El problema es que Obama no vislumbraba que su partido perdiera peso en una elección especial en un territorio que no había votado republicano desde 1972 sino tal vez en las elecciones de noviembre cuando se renueven parcialmente las dos cámaras del Congreso.

Escuchar el mensaje

«El presidente tiene que tomarse esto como un mensaje para revaluar cómo quiere gobernar. Si quiere hacerlo desde el centro allí le encontraremos», declaró el líder republicano en el Senado, Mitch McConnnell. Aunque Obama ha optado por intentar mantenerse por encima de lo ocurrido, es consciente de que la victoria de Brown alimentará el ambiente crítico en la Cámara alta, adonde llegará con el mensaje que más ha machacado durante su campaña: sepultar la reforma de salud. Como preludio de lo que se avecina, los demócratas del Senado se reunieron ayer para analizar su nueva estrategia de cara a la aprobación del plan.

Aparte de felicitar al nuevo senador, Obama se mostró reacio a hacer valoraciones. Más expansivo se mostró su principal asesor político, David Axelrod, quien reconoció que la derrota en uno de los estados más liberales del país contiene «mensajes» para los demócratas. «Vamos a escucharlos», prometió Axelrod, quien reconoció que «hay un ambiente general de descontento con la economía» y sobre determinados aspectos de la gestión política en Washington. Según el asesor, el presidente «reflexiona sobre lo que ha pasado y se plantea qué lecciones hay que sacar y cómo avanzar».