El hijo de López de Uralde, frente a la embajada danesa en Madrid. :: EFE
Sociedad

Dinamarca libera a López de Uralde y otros tres activistas de Greenpeace

Los cuatro fueron recibidos con aplausos a las puertas de la cárcel de Copenhague por un grupo de simpatizantes

MADRID. Actualizado: Guardar
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Una salva de aplausos y vítores sonaron a las puertas de la cárcel de Vestre Faengsel, en Copenhague. Una treintena de simpatizantes y miembros de Greenpeace daban la bienvenida al responsable de la ONG en España, Juan López de Uralde, y a sus tres compañeros que han estado en prisión preventiva durante 21 días por colarse en una cena oficial de la reina Margarita durante la Cumbre del Clima. De forma sorpresiva, la justicia danesa liberaba con cargos a los activistas y anulaba la vista de este jueves. «Sólo tendrán que acudir ante el juez para fijar una fecha para el juicio», apuntó Sara del Río, portavoz de la organización. Entonces sabrán si se mantienen los cargos de falsificación de documentos, suplantación de personalidad y allanamiento de morada o no.

Mientras, descansarán en el 'Rainbow Warrior', el barco emblema de la organización que está atracado en el puerto de la capital danesa.

Castigo desproporcionado

Los responsables de la organización en España atribuyeron esta decisión a una «curiosa» coincidencia de actuaciones. Por una parte, la de la policía danesa, que reactivó de forma ostensible las investigaciones esta semana. Greenpeace señaló que las autoridades del país nórdico han tardado dos semanas en solicitar los nombres de las otras personas que habían estado en la acción de la organización el 17 de diciembre, cuando la ONG se había ofrecido a dar esta información un día después de la detención. «El encarcelamiento innecesario de estos cuatro activistas pacíficos ha sido un castigo sin juicio. La duración de esta detención está fuera de toda proporción por una simple protesta con un objetivo legítimo», apuntó el homólogo de Uralde en Dinamarca, Mads Christensen.

Además, las presiones internacionales se intensificaron a comienzo de semana cuando se conoció que el español y sus compañeros habían sido mezclados con presos comunes. Este traslado provocó una protesta formal de Asuntos Exteriores y de los otros gobiernos europeos.