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Dos ex ministros laboristas lideran una revuelta contra Brown

Hoon y Hewitt piden una votación secreta entre los diputados de su partido para resolver la falta de liderazgo del 'premier' británico

LONDRES. Actualizado: Guardar
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En la comedia política británica a líderes como Gordon Brown los desbancan hombres curtidos en el poder, que un día visitan al primer ministro ataviados con batas blancas. El jefe del Gobierno puede resistir el diagnóstico de los galenos sobre el estado terminal de su enfermedad hasta que cae en la cuenta de que los galenos están dispuestos también a inyectarle el virus letal si se resiste.

Candidatos a desempeñar esa función doctoral en el Gabinete laborista hay dos, el ministro permanente, ahora de Justicia, Jack Straw, y el demiurgo del poder laborista y últimamente ministro de Industria, Peter Mandelson. Y hay siempre uno más en la contienda. Los primeros ministros caen cuando se enfadan con su vecino del número 11 de Downing Street, vivienda del ministro de Hacienda. Alistair Darling sería el tercer hombre imprescindible en esta conspiración de hombres severos que tendría que acabar con Brown.

A ellos invocan sin nombrarlos dos espontáneos que se lanzaron ayer a la arena para pedir una votación secreta entre los parlamentarios del partido sobre la cuestión del liderazgo. Geoff Hoon fue el ministro de Defensa que dirigió la invasión de Irak. Patricia Hewitt ha tenido más relación con la bata blanca porque fue ministra de Sanidad. Han escrito una carta a los diputados laboristas explicándoles lo que ya saben, que la cuestión del liderazgo sigue dividiéndolos y recomendándoles un voto secreto para resolver la cuestión de tal modo que el partido vaya unido a las próximas elecciones.

Veredicto

Los comicios se celebrarán en mayo y Hoon explicaba ayer que su iniciativa tiene la virtud de no ocupar mucho tiempo y de ofrecer un veredicto. Quien gane tendrá toda la autoridad del líder refrendado y los miembros del partido batallarán unidos en torno a él frente a unos conservadores que lideran en los sondeos. Las reacciones a la propuesta de Hoon y Hewitt fueron de bajo nivel. El miembro del Gabinete más allegado a Brown, Ed Balls, descartó la revuelta como una idea de locos, los ministros de Irlanda del Norte o de Cultura se sumaron a la condena. Parlamentarios menores del partido o 'blairistas' resentidos con Brown desde tiempo inmemorial animaron a seguir en la batalla por destronarlo. Desde la secretaría del partido se recordó que los estatutos establecen que el manto supremo recae en quien eligen los afiliados en un congreso.

Hoon y Hewitt ya lo saben. Su carta es simplemente una piedra que lanzan al estanque para revolverlo. A medida que ayer avanzaban las horas, se advertía el grosor de la piedra y la magnitud posible de las olas. Jack Straw, silencio. Los hermanos Miliband, ambos candidatos posibles, silencio. Harriet Harman, candidata posible, silencio. Alistair Darling, silencio. Habló Peter Mandelson, mediante un comunicado breve. Nadie en el Gabinete ha apoyado esta revuelta, decía. Es una constatación de los hechos más que una manifestación de apoyo a Brown, como las que prodigó antes del verano, cuando apagó otra rebelión que creyó inoportuna.

Darling está enfadado con Brown porque cree que hay que ofrecer una visión nítida sobre el recorte de la deuda pública, mientras el primer ministro quiere centrar su batalla electoral en torno a la idea de que no es necesario recortar el gasto. Mandelson se enfadó con el 'premier' por los nombramientos europeos que dejaron a Ashton al frente de la política exterior de la UE, y también por el empeño de Brown en acentuar los prejuicios de clase en la contienda electoral con los líderes 'tories' de hoy.

Nacida el 2 de diciembre de 1948 en Australia, es parlamentaria desde 1997 y fue ministra de Sanidad con Blair en 2007.

Nacido en 1952 entró en el Parlamento en 1992. Ocupó al cartera de Defensa con Blair y la de la Transportes con Brown.