El Almirante de la Flota, Juan Carlos Muñoz-Delgado y Díaz del Río, presidió la Pascua Militar en el actual Cuartel General de la Infantería de Marina. :: R. RÍOS
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La Armada apuesta por innovar dentro de la tradición para seguir creciendo

Más de cien hombres de Infantería de Marina y Marinería celebran la tradicional Pascual Militar en San Fernando

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La última campanada que marcaba las once y media de la mañana sonó sobre el edificio de la antigua Comandancia General de la Zona Marítima del Estrecho, en San Fernando, cuando la compañía de honor se preparaba para recibir al Almirante de la Flota (Alflot), Juan Carlos Muñoz-Delgado y Díaz del Río.

«Soldados y marineros a la bandera presenten armas», se escuchó para que todos formasen ante la llegada de Muñoz-Delgado como representante institucional de las Fuerzas Armadas en las provincias de Cádiz, Almería, Granada, Huelva, y Málaga. En esta ocasión, los más de cien hombres que acudieron a la celebración de la Pascua Militar se agruparon en la calle Arias de Miranda. Después de que la Banda de Infantería del Tercio Sur tocase el himno de España, seguido del Comandante General del Estado Mayor de Infantería de Marina (CONGEIM), Juan Chicharro Ortega, el Almirante de la Flota pasó revista a las dos secciones de Infantería de Marina y a la de Marinería.

No faltaron en el escueto y sencillo acto a las puertas de Capitanía las autoridades militares y civiles, encontrándose ente estas últimas el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián Saucedo, y el alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo.

Proyectos de futuro

Ya en el interior del Salón del Trono, el Almirante realizó su tradicional discurso en el que destacó la necesidad «de la tradición de impulsar la innovación en los proyectos de futuro». Lo expresó como un exigencia «recurrente» al igual que lo hizo constar en la ceremonia de constitución de la Fuerza Única de la Armada en pasado 15 de diciembre. «En un mundo dinámico, de profundos cambios sociales, económicos y tecnológicos la sociedad cambia y nuestro espíritu de innovación debe presidir un proceso que más allá de adaptarnos a los cambios nos permita ponernos delante y acrecentar nuestro compromiso de servicio».

Muñoz-Delgado insistió en su percepción de que «los ejércitos y la Armada en su concepción moderna se desarrollan fundamentando su quehacer en esa tradición pero atendiendo a las necesidades de protección de la España y de los españoles de hoy». Pero además en su discurso también tuvo lugar para la celebración en el 2010 del Bicentenario de Las Cortes en San Fernando recordando los hechos singulares «hace dos siglos con la reunión de Las Cortes Constituyentes a la vez que a pocos metros de donde nos encontramos se combatía con las fuerzas invasoras».

No faltó tampoco en el mensaje del máximo responsable de la Flota en Cádiz, las palabras de aliento a los soldados que lejos de sus familias y su país, en mar o en tierra, «desarrollan un labor importante al contribuir a proporcionar seguridad y estabilidad», además de recordar a aquellos que «nos han dejado a lo largo del año pasado y que contribuyeron a esta labor colectiva, sobre todo los que los han hecho en actos de servicio». Bajo la mirada atenta de los almirantes, generales, capitanes y demás rangos presentes en el salón y, siendo escuchado a través de los altavoces de Capitanía en su interior y exterior por todos los asistentes, invitó a todos a que los buenos deseos para el año que comienza fueran acompañados de una expresión clara de sus obligaciones como militares al servicio de la nación. «Con el correcto equilibrio entre la tradición que nos enlaza con lo mejor de la historia y la innovación para desarrollar mejor nuestro trabajo», señaló a la vez que recordó la necesidad de «ser en todo momento ciudadanos entre ciudadanos y patriotas entre compatriotas».

Hace 228 años

Aunque en la actualidad la Pascual Militar representa la vinculación de las Fuerzas Armadas con la Corona, esta tradicional celebración fue instaurada por Carlos III el 6 de enero de 1782 para felicitar a las tropas que recuperaron la ciudad de Mahón, con el fin de dar prueba por parte del monarca del entrañable aprecio a sus ejércitos. Para ello, ordenó que se estableciera el día de la Pascua Militar en la Epifanía del Señor, día de los Reyes Magos, y ordenó a todas sus autoridades que en esa jornada reuniesen a sus guarniciones y les notificasen en su nombre una emotiva felicitación.

Ayer se cumplían 228 de esta tradicional ceremonia celebrada en San Fernando.