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Con flores a Silvio

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Hay que reconocer que al 'Cavaliere' no le aflige ningún problema de timidez. Convaleciente de su cara, acaba de lanzar el 'Partido del Amor'. No se explica por qué no todos los italianos le idolatran y predica concordia entre sus compatriotas. Es justo decir que el caradura al que rompieron la cara dista mucho de ser un tipo corriente. Dos semanas después de que alguien le certificara una pétrea postal del Duomo al no menos sólido rostro, el 67% de los italianos le animan a seguir, según el último sondeo. El convaleciente líder ha recibido más de 200 ramos de flores en el hospital. Nunca la floristería ha andado más junta de la conveniencia política, por lo menos desde que Suetonio registró con admirable imparcialidad la historia de los Césares.

¿A dónde irá el 'Partido del Amor'? Lo más posible es que vaya al bolsillo de Berlusconi, pero si intentamos trascender lo que sólo será una anécdota en la grandiosa y terrible historia de la divina península, hay que hacerse varias preguntas. ¿Un líder es siempre un embaucador o se trata de alguien que ha sabido conectar con la melodía de su época? A veces el que se pone a la cabeza de la manifestación es que pasaba por allí, pero hay no sólo «aceleradores de la Historia», sino retardadores. Personajes que interpretan los oscuros instintos de la masa, que aunque se diga que es informe, ya que jamás ha sabido guardar las formas, siempre se adapta a la estructura del terreno.

Algún día, cuando sea sólo objeto de curiosidad histórica, Silvio Berlusconi será objeto de estudio. ¿Cómo un seductor con peluquín pudo arrastrar al pueblo más inteligente y más cínico del mundo occidental? Víctor Hugo dijo que Napoleón fue el primer loco que se creyó que era Napoleón, pero Berlusconi, que ha creado el 'Partido del Amor', tiene motivos para creerse Cupido.