Economia

El Gobierno pide a las administraciones contención salarial y recorte de plantillas

El déficit del Estado se multiplicó por cinco en el periodo enero-noviembre, y alcanza un importe equivalente al 6,79% del PIB

MADRID. Actualizado: Guardar
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Estallan los 'números rojos'. Cuando apenas faltaba un mes para cerrar las cuentas públicas, el déficit del Estado, medido en compromisos de pago, se había disparado hasta la cifra de 71.524 millones de euros, cuantía que multiplica por cinco la del periodo enero-noviembre del año anterior y equivale al 6,79% del Producto Interior Bruto (PIB).

El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, atribuyó el grueso de la escalada a las medidas anti-crisis y, consciente de que la vuelta a la estabilidad presupuestaria es un objetivo cada vez más difícil, hizo un llamamiento al conjunto de las administraciones públicas para que se aprieten el cinturón «cuanto antes» y apliquen medidas de contención en las retribuciones, sin descartar el adelgazamiento de las estructuras.

Si el Estado, las comunidades autónomas y las corporaciones locales no hacen un esfuerzo por ajustar los gastos, la reducción del déficit en los términos del compromiso asumido con la Unión Europea no será posible, anticipó. E invitó a analizar, una por una, las unidades que componen todas las administraciones, y a detenerse «en todos los conceptos y en todos los programas», con la finalidad de ver dónde se puede reducir el gasto «no sólo en retribuciones, sino también en estructuras».

Por todo ello, abogó por alcanzar un acuerdo «con medidas concretas de consolidación fiscal», algo no alcanzado en la última conferencia de Presidentes. Con miras a 2010, los proyectos del Gobierno cifran en una cuantía equivalente al 8,1% del PIB el déficit de todas las administraciones públicas -5,4% de 'números rojos' del Estado, dos décimas de superávit de la Seguridad Social, 2,5% de déficit de las autonomías y otro 0,4% de déficit de las corporaciones locales-, pero la mayor dificultad reside no ya en cumplir ese propósito, sino en reconducir las cuentas públicas hasta un déficit inferior al 3% del Producto Interior Bruto en el horizonte de 2013, lo que implica una reducción del orden de 1,7 puntos por ejercicio.

Tiempo de crisis

La ejecución presupuestaria de este año no se desvía de las estimaciones del Gobierno, que ha previsto para el Estado y sus organismos autónomos un déficit equivalente al 8,1% del PIB, cuando el conjunto de las administraciones públicas arrojarán un saldo negativo equivalente al 9,5% de esa magnitud. Ocaña avanzó que en diciembre siempre se lleva a cabo una cantidad de pagos significativa, lo que permite deducir que no habrá 'alegrías' en la recta final del año.

Las cuentas del ejercicio son las propias de momento de crisis, justificó. Se impone proteger a los desempleados, y es preciso atender a estas y otras necesidades sociales con una mermada aportación económica. «Las medidas de impulso fiscal y las iniciativas de promoción de empleo, junto a las inversiones y mayor protección a los parados siguen explicando la mitad del déficit», insistió el secretario de Estado de Hacienda.

Los desembolsos se dispararon a 163.600 millones, con un aumento del 24,7%, y las transferencias corrientes ascendieron a 95.657 millones, lo que supone un crecimiento anual del 28,5%. La aportación al servicio público de empleo fue de 17.767 millones de euros, y el fondo de inversión local incrementó su dotación en más de un 100%.

Por el contrario, los ingresos financieros obtenidos hasta noviembre se limitaron a 150.754 millones de euros, un 13,9% menos que en los once primeros meses de 2008. Para dinamizar el consumo se agilizaron las devoluciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas -cuya recaudación cayó un 10,9%- y también es preciso tomar en cuenta el impacto de las devoluciones de 400 euros a una mayoría de contribuyentes. Pero fueron los menores beneficios obtenidos por las empresas y el leve retoque en el Impuesto de Sociedades, con un recorte del 23,2% en los ingresos, los que rebajaron la recaudación total por impuestos directos a 82.938 millones, un 13,7% menos.

Todas estas cifras de ingresos reflejan datos del conjunto de las administraciones públicas, antes de proceder a descontar la participación de las territoriales.

Aplazamientos

El desplome del consumo se tradujo en una reducción del 21,3% en los impuestos indirectos, que se limitaron a cosechar 52.579 millones de euros. El Impuesto sobre el Valor Añadido aportó un 29,7% menos, apenas 32.299 millones, si bien Hacienda explica que buena parte de este descenso no responde a la caída de las transacciones, sino a la ampliación de los derechos de devolución y a los aplazamientos concedidos a los recaudadores que son, en última instancia, el conjunto de las empresas. Hasta noviembre, los ingresos por impuestos especiales cayeron el 15%, y se quedaron en 17.758 millones de euros.