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Un hexacampeón en la provincia

El portuense Pinto ha entrado en la historia del fútbol al formar parte del Barça de Guardiola

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
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El fútbol, ese deporte que apasiona a una gran parte de la sociedad mundial, siempre contó con una magnífica representación por estos lares. Por si fuera poco, la prolífica cantera de la provincia gaditana se ha convertido en todo un referente en los últimos tiempos. No en vano, son numerosos los jugadores de esta tierra que forman parte de la máxima categoría balompédica.

A día de hoy, el fútbol gaditano cuenta con representantes de la talla del sanluqueño Jurado (Atlético de Madrid), los isleños Maldonado y Barral (Sporting), el tarifeño Mané (Almería), el barbateño Francis (Xerez), los jerezanos Mendoza (Xerez) y Pedro Ríos (Getafe) o el gaditano Chico (Almería). Todo ello sin olvidar al portuense Joaquín, actualmente en las filas del Valencia y poseedor de dos Copas del Rey (una con el Betis -04/05- y otra con su actual equipo -07/08-) y, por supuesto, a dos de los campeones de Europa con la selección española: el gaditano Juanito y el jerezano Dani Güiza.

A fin de cuentas, una excelente remesa de futbolistas que fueron precedidos por otros de la talla de Enrique Montero o Kiko Narváez, que llegó a alcanzar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona' 92 con la selección española sub'21, entre otros muchos.

Ahora bien, si hay un jugador que ha llevado el nombre de la provincia a lo más alto, ése es José Manuel Pinto Colorado. A sus 34 años de edad, el cancerbero portuense se ha convertido en un auténtico privilegiado, pues ha pasado a formar parte del hexacampeón Barcelona, primer club en la historia que ha obtenido en un mismo año los seis títulos a los que aspiraba (Liga española, Copa del Rey, Liga de Campeones, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes). Todo un lujo al alcance de muy pocos.

En este sentido, el veterano guardameta no dudó en señalar a LA VOZ: «No puedo negar que soy un auténtico privilegiado. Con el Barcelona hemos logrado algo realmente histórico. Pasarán muchos años y todo el mundo recordará lo que hemos cosechado en esta última temporada, no sólo por haber roto todos los registros, sino por la manera de lograrlo. Sin lugar a dudas, ha sido inolvidable». Asimismo, el propio Pinto no tuvo reparos en puntualizar: «El Barça de Pep Guardiola quedará marcado como el mejor equipo del mundo. Actualmente, los demás clubes únicamente podrán lograr igualar esta mítica cifra, pero no podrán superarla».

Una situación inesperada

La llegada de Pinto a la Ciudad Condal llegó de una manera sorprendente. Hace casi dos años, allá por el mes de enero de 2008, el arquero de El Puerto le decía adiós a Balaídos, la que fue su casa durante la última década, y emprendía una nueva aventura en uno de los clubes más laureados a nivel mundial. El Barça, dirigido en aquella época por el holandés Frank Rijkaard, se fijó en él para cubrir la vacante dejada por Jorquera. Nuno (Oporto) y Sorensen (Aston Villa) eran otras de las propuestas de la secretaría técnica 'culé', pero el club azulgrana se decidía por el andaluz, llegaba a un acuerdo con el Celta de Vigo y desembolsaba 500.000 euros por la cesión de seis meses, reservándose una opción de compra sin coste adicional. Una decisión que algunos tacharon de ilógica.

«No puedo negar que me sorprendió que el Barça se fijara en mí en esos momentos. Por aquel entonces, yo estaba con el Celta en Segunda División y llamaba a mi puerta uno de los grandes del fútbol español. No podía dejar pasar la oportunidad», señala Pinto.

Fue una sorpresa con mayúsculas. Eso sí, en cierta manera, y aunque de manera totalmente inesperada, a aquel portero que comenzaba su formación en las filas del porteño Safa-San Luis le llegaba una ocasión inimaginable.

Ahora bien, nadie puede negar las virtudes del cancerbero portuense. Desde su debut en el primer equipo bético, club al que emigró con 18 años de edad, su progresión ha sido continua. Tras debutar ante el Racing de Santander en terreno heliopolitano el 10 de mayo de 1998, Pinto comenzó a hacerse un hueco en la primera categoría del fútbol nacional.

Sus posteriores diez años en el Celta le sirvieron para conocer las alegrías y las decepciones de este caprichoso deporte. De hecho, el portuense, que tuvo que luchar duro para ganarse un puesto en el equipo olívico ante compañeros de la talla de Richard Dutruel o Cavallero, formó parte de la etapa más gloriosa del conjunto vigués, club con el que llegó a disputar la Copa de la UEFA y la Liga de Campeones. Además, una Copa Intertoto (2000), un subcampeonato de la Copa del Rey (el Zaragoza se deshizo del Celta por tres goles a uno en el hispalense estadio Olímpico de La Cartuja en el año 2001) y, sobre todo, un Trofeo Zamora engalanan su currículum (Pinto encajó 28 goles en 37 encuentros durante la temporada 2005/2006, números que le garantizaron el trofeo más codiciado entre los defensores del marco).

Sin embargo, el jugador criado en la portuense barriada de Los Milagros, también vivió en dos ocasiones el amargo sabor del descenso de la escuadra gallega a la categoría de plata (2003/2004 y 2006/2007).

Memorable intervención

Sea como fuere, José Manuel Pinto ya forma parte de la historia y, precisamente, por méritos propios, pues buena parte de culpa tuvo en la consecución de la pasada Copa del Rey. No obstante, y aunque defendió el portal 'culé' a lo largo de esta competición, su participación fue esencial para lograr el pase a la final disputada en Mestalla ante el Athletic. Tal es así que fue capaz de detener un penalti lanzado por Pep Martí en el duelo de vuelta de las semifinales, situación que, a la postre, fue clave para que el equipo de Guardiola luchara por el título once años más tarde.

Sobre su futuro, el de El Puerto de Santa María fue claro: «Ahora únicamente me centro en la presente temporada. Ya veremos qué sucede en las próximas fechas, pero puedo asegurar que me encuentro realmente integrado en el Barça. Formamos un gran equipo y doy gracias por haber podido vivir momentos verdaderamente inolvidables».

En resumidas cuentas, un broche de oro a una carrera forjada a base de esfuerzo y sacrificio. Y todo ello sin olvidar nunca sus raíces. «Entrar a formar parte de la historia de El Puerto me llena de orgullo. Es todo un halago representar a mi tierra y si lo que he logrado sirve para expandir el nombre de mi ciudad, la satisfacción es plena», apuntaba el propio Pinto al término del encuentro que disputó el pasado sábado en el estadio José del Cuvillo.

Con él, el fútbol gaditano siempre permanecerá en las páginas más brillantes de la historia del balompié.