Lady Gaga es una experta en provocar sobre el escenario. :: ÁNGEL DE ANTONIO
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La nueva ambición rubia

Madonna tiene heredera. 2009 ha sido el año de Lady Gaga. Acapara portadas y listas de éxitos, y ahora 'Vogue' la incluye entre las mejor vestidas

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Su ascendencia italiana juega al despiste. También su educación católica o los millones de discos que ha vendido esta rubia de armas tomar. Sin olvidar su fama de provocadora sobre y fuera de los escenarios. Pero no, no es Madonna. La reina del pop ya cuenta con su princesa heredera: Lady Gaga, un torbellino de 23 años que no sólo lidera las listas de ventas y es la reina de las pistas de baile. La prensa se ha rendido a sus pies. O más bien a sus extravagancias, porque a provocación y a polémica no le gana nadie. Es de las que siempre deja al público con cara de póker ('Poker face').

Bisexual, exhibicionista, ex drogadicta, amante de la ropa imposible... El nuevo icono pop no deja a nadie impasible. Hasta el propio Michael Jackson sucumbió a su torrente de voz y peculiar estilo. O la quieres o la odias con todas tus fuerzas. Con Lady Gaga no hay término medio y de ello dan fe las más de 72 millones de páginas web que contienen su nombre, el séptimo más buscado en Google en 2009, su gran año.

Poco queda de Stefani Joanne Angelina Germanotta, esa inocente y tímida chica de larga melena castaña que actuaba en las noches de micro abierto de Manhattan mientras estudiaba en el mismo colegio que otra 'princesa', Paris Hilton. Tocaba el piano desde los cuatro años, pero hasta que no se subió a unos taconazos de infarto actuando como gogó en un club gay de Nueva York no nació el torbellino de Lady Gaga, nombre artístico que tomó prestado de la canción 'Radio Gaga', de Queen.

El título de su primer álbum fue premonitorio. 'The fame' -publicado en febrero de 2008- no sólo la catapultó a lo más alto de las principales listas internacionales, sino que se convirtió en la única cantante de la historia que ha conseguido cuatro números uno mundiales consecutivos con su disco debut. A ello también ha contribuido el espectáculo que genera a su alrededor. Lady Gaga no se corta un pelo. Lo mismo aparece con un traje rojo de látex inspirado en 'Alicia en el país de las maravillas' para que la reciba la reina Isabel II de Inglaterra, que sale manchada de sangre a recibir un premio o es confundida en plena Plaza Roja moscovita con una prostituta debido a su minúsculo y llamativo traje. Su larga lista de provocaciones no termina ahí. Su caso más sonado: cuando en una de sus aperturas de piernas dio a entender que era hermafrodita. «No estoy ofendida, pero mi vagina sí», sentenció días después. Hasta posó ligerita de ropa para desmentirlo. También digno de estudio fue el 'sketch' que protagonizó junto a Madonna. Ambas se enzarzaban en una pelea donde sus rubias cabelleras fueron las que salieron peor paradas. Menos mal que Lady Gaga no llevaba en ese momento ninguna de sus inconfundibles pelucas.

Creadora de tendencias

Su estilo kitsch-ochentero con toques del glam de los 70 ha creado tendencia. 'Vogue' la ha incluido entre las mejores vestidas de 2009 junto a Sharon Stone, Angelina Jolie, Diane Kruger o Jessica Alba.

Si su moda es vistosa, poco se sabe de su economía. No hay cifras, pero seguro que sus cuentas atesoran numerosos ceros tras vender cuatro millones de copias de su primer disco. Además, apenas gasta. Sólo en sus espectáculos, que ella misma diseña al milímetro. «En el último año no me he comprado nada para mí», matiza. Además, los primeros euros que utilizó de su fortuna los destinó a la operación de corazón que necesitaba su padre, como recuerda su canción 'Speechless'.

Bajo toda esa transgresión se encuentra una chica de lo más tradicional. «Soy una niña de papá; no soy una diva consentida», resalta. Por eso, no es de extrañar que en unos años aspire a tener una familia y hijos, según ha confesado esta seguidora de Freddy Mercury o David Bowie que dedica su tiempo libre a Mondrian, Picasso o Rilke.

Y todavía queda Lady Gaga para rato: «No quiero ser una canción. Espero ser los próximos 25 años de música pop». Parece que lo está consiguiendo. Su segundo álbum salió a la venta hace unas semanas, 'The Fame Monster', y en sólo tres días su primer videoclip, 'Bad romance', tuvo seis millones de visitas en YouTube. Todo un récord.