Delegados y periodistas esperan para acreditarse bajo una amplia vigilancia polical. :: EFE
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África amaga con el bloqueo de la cumbre de CopenhagueSeis horas de caos bajo cero

Países desfavorecidos suspenden unas horas las negociaciones al no concretar los ricos nuevas reducciones obligatorias de C02

COPENHAGUE. Actualizado: Guardar
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La fase decisiva de la cumbre del clima de Naciones Unidas en Copenhague no pudo arrancar peor ayer, ni sembrar más dudas sobre la perspectiva de un acuerdo vinculante para limitar las emisiones de CO2 que calientan el planeta. Los países africanos paralizaron durante horas las sesiones con un amago de espantada. Sospechan que las naciones ricas, ayudadas por la presidencia danesa de la cumbre, intentan 'liquidar' el Protocolo de Kioto y con él la obligación de concretar nuevos recortes en las emisiones contaminantes.

Las negociaciones se retomaron al final de la tarde, a poco de iniciarse hoy el desfile de más de 120 jefes de Estado y de Gobierno. El presidente de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, Jo Leinen, lo resumió con precisión. «La atmósfera no sólo está helada fuera, sino también dentro».

África, integrada en el bloque G-77 más China, repitió la estrategia de hace un mes en Barcelona: intentar atajar una deriva de las negociaciones que no le gusta. El negociador del G-77 más China -un bloque de 130 países-, Lumumba Di-Aping, acusó de parcialidad a la presidencia danesa, volcada, dijo, en defensa de las naciones más industrializadas.

Los países en desarrollo cree que pretenden diluir sus obligación inmediata de acordar reducciones adicionales de CO2 a partir de 2012, cuando expira el Protocolo de Kioto y fijar fondos de ayuda a los estados pobres, apostando a cambio por compromisos más difusos para 2050, cuando ninguno de los firmantes tendrá que rendir cuentas sobre su cumplimiento. Es lo que sucedería, en su opinión, si de la cumbre saliera finalmente un acuerdo nuevo como sustituto de Kioto.

Ninguno había pasado jamás tanto frío: seis horas a la intemperie, a dos grados bajo cero, a las puertas del Bella Center. El aforo oficial son 18.000 personas y dentro había ya 20.000 a mediodía. Nadie más entraría si no salía parte de los que estaban dentro. Miles de invitados y participantes en la cumbre se quedaron en la calle sin posibilidad de recoger los pases. Primero falló la informática, después se superó con creces el aforo.