Un monje tibetano habla por su teléfono móvil y trabaja con un portátil durante la Cumbre de Naciones Unidas para el Cambio Climático de Copenhague. :: REUTERS
MUNDO

China calienta la cumbre sobre el clima

Cuestiona la generosidad de EE UU y la UE con los países pobres y les exige reducir las emisionesEl gigante asiático es el que más contamina, mientras Washington rechaza pagar por su responsabilidad en el efecto invernadero

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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La cumbre de Copenhague sobre el cambio climático entró ayer en un remolino de reproches, con los países pobres cuestionando la generosidad de los ricos y al exigir China a Estados Unidos y la Unión Europea sacrificios adicionales a los ya comprometidos. Posteriormente, la delegación del Gobierno de Pekín se embarcó en un esfuerzo más ambicioso que sus delegados no llegaron a precisar.

La tercera jornada de la conferencia se vio además sobresaltada por la circulación de diversos borradores de acuerdos, atribuidos a la presidencia danesa y a los países desarrollados por un lado, y a China y a los más desfavorecidos por otro. Ambas iniciativas tienen mero carácter de tanteos, a la espera de que las diferentes propuestas sobre la mesa maduren más con el discurrir de la conferencia que se clausurará el día 18.

El tono más desabrido de la jornada lo esgrimió China. El vicepresidente de su delegación, Su Wei, manifestó en una rueda de prensa que las ofertas norteamericana y europea no están a la altura de las circunstancias. Basándose en estimaciones nigerianas, el representante del gigante oriental afirmó que los planes de Pekín están en línea con los requerimientos de Naciones Unidas. No así la UE, añadió, cuyas exigencias de recorte de emisiones a los países en vías de desarrollo no se sostienen a la luz de los planteamientos del Protocolo de Kioto.

Por lo que a Estados Unidos respecta, la reducción del nivel de gases contaminantes a la que Washington se comprometa en la cita de Copenhague y su participación en el marco financiero para los países del Tercer Mundo serán las claves del éxito de la reunión.

Ayer mismo, EE UU dijo en la capital danesa estar dispuesto a participar en la constitución de un fondo de ayuda a los países menos desarrollados. Lo aseguró su jefe negociador, Todd Stern, quien, simultáneamente, rechazó cualquier reparación retroactiva por su contribución al cambio climático.

La cumbre de la Unión Europea de jefes de Estado y de Gobierno que comienza hoy en Bruselas abordará sin duda el capítulo de la financiación al Tercer Mundo en relación con el cambio climático. Para el periodo comprendido entre 2010 y 2012 se habla en la capital comunitaria de aportar 2.000 millones de euros al año, lo que equivale a 3.000 de los 10.000 millones de dólares en que se cifra la ayuda inmediata para esos países.

Cifras sin concretar

La presidencia sueca reconoció que el tema figura en el orden del día de la reunión comunitaria, pero no aventuró cantidades. De hecho, una sólida corriente de opinión en la máxima instancia europea de poder es contraria a concretar cifras en tanto en cuando las otras partes presentes en Copenhague con responsabilidades similares no hagan lo propio. El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, declaraba ayer que la conferencia de la UE no adoptará posiciones más avanzadas contra el cambio climático «porque la oferta estadounidense no es equivalente a la nuestra». Para incrementar del 20% comprometido al 30% la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero responsables del cambio climático en 2020, Europa exige un compromiso equivalente de los principales contribuyentes al calentamiento global.

Sin cifras aún sobre la mesa, en Copenhague abundan las reclamaciones. Bangladesh, con 150 millones de habitantes y un 20% de su territorio amenazado por un incremento del nivel del mar de un metro, clamaba ayer por un tercio de la aportación total. Botswana, con un modelo de generación de electricidad basado en térmicas de carbón, era aún más concreta: exigía 143 millones al año.