El juez confía en Jenaro

Cuando Jenaro Jiménez desapareció en la playa tarifeña de los Alemanes, allá por el mes de abril de 2008, mientras practicaba pesca submarina, muchos de sus acreedores, sus socios e incluso algún familiar sospecharon de inmediato que aquel trágico accidente olía mal y que el empresario gaditano, sencillamente, se había fugado con su dinero. El tiempo les dio la razón 16 meses después, cuando este verano Jenaro fue detenido en el aeropuerto madrileño de Barajas, después de haber vivido un año y medio en Paraguay, donde formó una familia y tuvo incluso una hija. No es extraño, por tanto, que ahora todos esos afectados de sus supuestas estafas teman que el empresario, en libertad con cargos desde el pasado 19 de noviembre, vuelva a desaparecer para eludir tanto las deudas, como el peso de la Justicia.

Diferente opinión parece tener, en cambio, el juez de Instrucción Número 2 de Cádiz, que dictó uno de los dos autos que pusieron en libertad a Jenaro Jiménez la semana pasada. En este documento, el magistrado llega a asegurar que en el caso del gaditano, no se dan los requisitos necesarios que justifican una medida tan extraordinaria como la prisión cautelar.

Uno de estos requisitos -quizá el más habitual- es precisamente que exista riesgo de fuga por parte del imputado. Lo que hace pensar que, el magistrado no ha tenido en cuenta la huida de Jenaro a Paraguay (donde tiene familia e hija) como precedente, ni teme que intente volver al país sudamericano.

La orden judicial fue recibida con disgusto por los afectados y por la Fiscalía, no sólo por el contenido, sino también porque conocieron la decisión del juez a través de la prensa cuando Jenaro ya estaba en la calle. De hecho, aún hoy, el auto no ha sido notificado a todas las partes.

Desde el Ministerio Fiscal se anunció incluso, a comienzos de semana, que se estudiaba recurrir el auto de libertad dictado por el juez. Según fuentes judiciales, el fiscal que investiga caso ha presentado ya una petición ante el juez para que retire, al menos, el pasaporte al empresario gaditano, de manera que no pueda viajar al extranjero.

La libertad de Jenaro Jiménez fue también dictada por otro de los jueces que investiga sus negocios: el de instrucción número 4 de Cádiz. En su caso, el auto sí imponía una fianza de 3.000 euros, a pesar de que el delito que instruye es de menor entidad -el uso fraudulento de unos poderes notariales.-

El juez Número 2 de Cádiz, en cambio, tiene en su poder el sumario con el mayor grueso de delitos imputados al empresario, en otros, varios casos de estafa y apropiaciones de capital (algunos de más de medio millón de euros), aparte de delitos de falsedad documental y abandono familiar. La mayor parte de estas diligencias procede del juzgado de Instrucción Número 4 de Algeciras, que comenzó la investigación en 2008, pero se inhibió en el de Cádiz el pasado mes de septiembre.

El juez gaditano, sin embargo, aún no ha comunicado la recepción del caso, aunque parece haber tomado las riendas de la instrucción, al ordenar la libertad de Jenaro.

El sumario, más de un año y medio después de la desaparición, sigue recibiendo denuncias. De hecho, dos días antes de que Jiménez saliera de prisión, uno de sus socios inmobiliarios en la empresa Casas de Cádiz, se personó en la causa por una supuesta estafa de 650.000 euros, aunque la denuncia aún no ha sido ratificada. Pese a esto, en el auto el juez llega a considerar que la instrucción del caso se encuentra en un estado muy avanzado.