Rodríguez Zapatero habla con Sarkozy durante la foto de familia mientras Asthon ríe abiertamente ante el sueco Reinfeldt y Van Rompuy. / EFE
FUTURO ORGANIGRAMA

La nueva Europa elige Gobierno

La UE apoya los nombramientos del primer ministro belga como presidente y la comisaria de Comercio para titular de Exteriores

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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El belga Herman van Rompuy y la británica Catherine Ashton serán el presidente y la ministra de Exteriores de la UE para la nueva era que surge del Tratado de Lisboa, según decidió ayer por unanimidad un Consejo Europeo extraordinario de líderes comunitarios reunido en Bruselas. El acuerdo se sustanció en un tiempo relativamente breve. La decisiva cumbre se inició a las 18 horas y de inmediato el primer ministro sueco, Fredrick Reinfeldt, puso encima de la mesa su propuesta de candidatos. Los Estados miembros la aceptaron después de un corto debate, en el transcurso de una cena.

Los dos nuevos cargos europeos tienen perfiles muy diferentes. Herman van Rompuy, a quien la prensa británica presentaba estos días como «un don nadie belga», es, sin embargo, un político con un considerable prestigio en su país, al que ha conseguido sustraer de los alborotos en los que su predecesor, Yves Leterme, le había sumido. Catherine Ashton, actual comisaria de Comercio en sustitución de Peter Mandelson, presenta un libro de méritos menos nutrido. Recibió críticas en el Parlamento Europeo por su desconocimiento de los temas comerciales, cuando pasó la reválida para ocupar el cargo, pero ayer obtenía el beneplácito del grupo socialista de la cámara continental ser alta representante, lo que le allanó considerablemente el camino hacia la elección.

Además de satisfacer los requisitos del grupo socialista, que reivindicaba el cargo de Exteriores para su familia política, Ashton conjugaba su condición de mujer, adecuada para resolver disputas sobre igualdad de género, y británica. Y Londres ha pujado intensamente por la dirección de la diplomacia y la política exterior europea, aunque Gordon Brown distrajera la atención agitando para la presidencia la figura de Tony Blair, como si de un espantajo se tratara.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció al término de la cumbre las cualidades de Van Rompuy, de quien dijo que «ha acreditado una capacidad para aunar voluntades como hace tiempo que no se veía en el país que preside». Con Ashton fue más cauto: reconoció su relativa inexperiencia en cuestiones de política internacional pero se declaró convencido de su capacidad para ponerse al día, así como del pleno apoyo que va a recibir de la UE.

Elogios a Solana

Zapatero tuvo palabras de elogio para el alto representante saliente, Javier Solana. «Con unas competencias apenas definidas en una línea de texto del tratado, Solana ha conseguido poner en marcha toda una política exterior de la UE, así como de defensa. Ha estado presente en los grandes conflictos mundiales, con una enorme generosidad personal. Estoy satisfecho y orgulloso de su trabajo y convencido de que sus esfuerzos tendrán una continuidad. Su dedicación no acaba con este Consejo Europeo», dijo. La cumbre felicitó calurosamente a Solana por su trabajo.

Los resultados de la reunión de ayer consolidan a Joaquín Almunia como comisario en la Comisión Europea. Zapatero que espera para él «competencias del máximo nivel, en el área económica». No obstante, el dirigente socialista dijo que el presidente de la CE, Jose Manuel Durao Barroso, tendrá que proceder a una reestructuración de competencias entre las diferentes carteras, dando a entender que conoce las presiones franco-alemanas para fragmentar las funciones desempeñadas por el comisario español.

Ante los líderes europeos, Van Rompuy esbozó una especie de agenda de trabajo en la que resaltan la prioridad a la salida de la crisis, la lucha contra el cambio climático y la colaboración al desarrollo. Conocida la animadversión del nuevo presidente del Consejo a la entrada de Turquía en la UE, supo escapar en su rueda de prensa de las preguntas formuladas al respecto, manifestando que «mi opinión personal no cuenta y que lo que me corresponde es construir consensos».

Un sueldo de 304.000 euros

El presupuesto de la UE para 2010 ya tiene contempladas las partidas necesarias para financiar el trabajo del nuevo presidente del Consejo. Según las cuentas comunitarias, Herman van Rompuy recibirá un sueldo base de 304.000 euros anuales, equiparable a los que perciben los máximos responsables de la Comisión y la Eurocámara. Además, se le abonarán 91.000 euros en complementos y 13.000 para su cobertura de la seguridad social. Finalmente, sus gastos de viaje y representación estarán sufragados hasta alcanzar un coste total de 1,5 millones de euros al año. Van Rompuy dispondrá de un equipo de 22 colaboradores.