NATURALEZA

La primera reintroducción será con linces nacidos en libertad y en cautividad

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La primera reintroducción de linces ibéricos en España, prevista para antes de final de este año en las comarcas del Guadalmellato y de Guarrizas, será con ejemplares capturados de la naturaleza y con otros nacidos en cautividad.

El director del programa de conservación de este felino en Andalucía, Miguel Ángel Simón, quien ha participado esta tarde en el primer Congreso Ibérico de Reintroducciones de Especies Silvestres, organizado por el Zoobotánico jerezano, ha advertido de que esta reintroducción no será fácil y de que algunos de sus detalles aún no se pueden confirmar porque dependen de variables de la naturaleza.

Ha recordado que esta reintroducción carece de antecedentes pues la más similar es la del lince canadiense en Colorado (EEUU) que ha podido liberar centenares de ejemplares comprados en Canadá, donde esta especie abunda, lo que no ocurre con el lince ibérico, el felino más amenazado del planeta del que sólo sobreviven unos 200 ejemplares.

Las reintroducciones en Guadalmellato y en Guarrizas serán en diciembre, antes de que comience el celo, y los linces se liberarán en cercados de aclimatación que se abrirán en función de si se producen embarazos y del tiempo de aclimatación de los ejemplares.

Las previsiones son liberar en cada zona parejas de ejemplares adultos y de jóvenes, esta última encargada de "instruir" a una tercera, de cachorros nacidos en cautividad, aunque el número final dependerá de cuántos linces se puedan capturar en Sierra Morena.

Simón ha asegurado que, en ningún caso, se capturarán hembras territoriales, sino sólo individuos que aún no hayan colonizado una zona de cría y ha reiterado que es difícil predecir cuál será el comportamiento de los linces reintroducidos porque existen antecedentes de ejemplares liberados en Doñana para reforzar esta población que se han fijado en este territorio mientras que otros se han dispersado más de cien kilómetros.

En su opinión, estas reintroducciones son posibles por el buen resultado de la cría en cautividad y la recuperación de la población salvaje, que en Sierra Morena se ha duplicado desde los 80 linces de 2004 a los más de 160 de este año y en Doñana, donde estuvo a punto de extinguirse hace unos años tras un brote de leucemia felina, se ha recuperado y superaría ya los 60 ejemplares, según datos provisionales.