«La empresa no me ha pagado y el paro se me termina, no sé qué voy a hacer»

Cuando fue contratado para trabajar en la construcción del Palacio de Congresos, Juan Jesús Sánchez, como el resto de sus compañeros, se mostró totalmente ilusionado. Sabía que no todo el mundo tiene la suerte de participar en un proyecto de tamaña envergadura y que iba a significar tanto para la ciudad. Nunca imaginó que la crisis económica se iba a cebar también con esta infraestructura.

Comenzó a darse cuenta de que nadie está a salvo de la recesión global cuando dejó de cobrar su primera nómina. Lo que parecía un problema puntual fue engordando hasta llegar a una situación insostenible. Finalmente, los empleados tuvieron que anunciar que dejaban de trabajar en la obra, además de demandar a la empresa.

Era, como se ha dicho, noviembre de 2008. Un año después, para los afectados por la paralización del Palacio de Congresos y Exposiciones, todo sigue igual. Continúan sin cobrar las nóminas que les adeuda la constructora, Sinde Restauraciones S.L, empresa participada por Grupo Baremo 80. La promotora, por su parte, rehusó ayer hacer declaraciones.

Panorama desolador

En cuanto a los ex empleados del Palacio de Congresos, Juan Jesús Sánchez dibujó una situación dramática: «Tenemos una demanda puesta contra la empresa, pero todavía no nos han pagado. A mí, además, el paro se me acaba en cinco meses y no sé qué voy a hacer, tal y cómo está la cosa ahora mismo».

Juan Jesús tiene claro que prefiere seguir sin trabajar a arriesgarse a hacerlo para empresas que luego «no pagan». De todos modos, encontrar un hueco en el sector de la construcción es misión imposible: «Ahora mismo es que no hay trabajo para nadie».

Cuando trabajaba como gruísta en la construcción del Palacio de Congresos, Juan Jesús Sánchez venía todos los días desde Bornos, donde reside. Una vez que abandonó el proyecto, estuvo un tiempo contratado para el consistorio de la localidad, pero fue algo que apenas duró. Desde entonces, no ha encontrado «nada».

Respecto al dinero que se les debe, explicó que «ha salido una sentencia favorable para los perjudicados, pero aún así la empresa se ha declarado insolvente». Así que los trabajadores siguen esperando.

Algunos afectados reclaman más de 6.000 euros entre nóminas impagadas e indemnización por despido improcedente. A Juan Jesús, concretamente, le deben alrededor de 4.000.

Estos damnificados estaban contratados directamente por Sinde, aunque si se suman los empleados de las subcontratas, en la obra han llegado a participar hasta 80 personas, muchas de ellas afectadas por el parón.