Una familia pasea por las calles de Valladolid. / A. FARIZA
Economia

El ahorro de las familias españolas se dispara un 50% este año por la crisis Los que más llenan la hucha

Los hogares recortan el consumo por miedo al paro y ante la pérdida de valor de su vivienda

MADRID MADRID Actualizado: Guardar
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La crisis ha puesto las pilas a las familias españolas, que incrementarán su ahorro en un 50% este año, hasta situarlo en el 18,9% de la renta disponible, la cifra más alta registrada desde que se elabora la Contabilidad Nacional. Con unos ingresos similares, alimentados en parte por la protección social, los hogares están recortando su consumo un 5,6%. En 2008 empezaron a engordar la hucha, y era de esperar que lo siguieran haciendo en 2010, pero las subidas fiscales anunciadas, en particular del Impuesto sobre el Valor Añadido desde el 1 de julio, podrían recortar esas expectativas.

Es la previsión que realiza la Fundación de las Cajas de Ahorro en su análisis anual sobre la financiación de la economía. Funcas enciende las alarmas ante el problema que representa el fuerte desequilibrio de las cuentas públicas. Cree que la renta disponible de los hogares se mantendrá el próximo año gracias al crecimiento de las prestaciones sociales y las ayudas al desempleo. Pero estos desembolsos elevarán los gastos no financieros de las administraciones públicas, de manera que los números rojos de las cuentas públicas registrarán un nuevo aumento hasta el 11% del Producto Interior Bruto, cuando el Gobierno ha estimado en su proyecto de Presupuestos que el déficit se quedará en el 8,1%.

Ya en 2008, el año del primer impacto de la crisis financiera internacional, el ahorro privado aumentó 4,5 puntos de Producto Interior Bruto, repartido a medias entre los hogares y las empresas, y compensó en parte el descenso del ahorro público en 5,6 puntos porcentuales. Las previsiones para 2009 -avanza el estudio- apuntan a un nuevo e intenso aumento de la hucha de las economías domésticas y de las compañías, que aportarán 5,3 puntos de ahorro adicionales. En el caso de las empresas, la caída de los resultados de explotación se verá compensada por los menores pagos por intereses (gracias a la caída de los tipos) y por una más reducida tributación, de manera que podrán seguir ahorrando. Por el contrario, la aportación del ahorro público retrocederá otros 5,6 puntos de PIB.

Precaución

El Banco de España explica las causas de esta nueva inclinación de las familias por llenar su alcancía. Los hogares «ahorran por precaución cuando la situación económica se deteriora», apunta en su último informe. De igual modo, reducen el consumo porque perciben que se reduce el valor de su riqueza (acciones, pisos) y entienden que esa pérdida les obligará a apretarse el cinturón más temprano que tarde. Por añadidura, cuando se endurecen las condiciones del crédito, y aunque parezca una paradoja, el presupuesto doméstico renuncia a ciertos consumos presentes y opta por acumular recursos para pagarse futuras compras.

Pero sobre todo, el instituto emisor entiende que las familias ahorran porque sus miembros caen en el desempleo o temen perder el puesto de trabajo a medio plazo. No en vano, España es, al mismo tiempo, el país con un mayor aumento de la tasa de paro y aquel cuyo porcentaje de ahorro ha experimentado el más acusado repunte entre socios del área de la moneda europea.

Más pobres

Funcas comparte estas tesis. España ha liderado hasta hace pocos meses la inversión en ladrillo. Y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria derivó el ahorro doméstico hacia las inversiones financieras, pero también ha tenido el negativo impacto de desanimar a las familias. Los numerosos propietarios de viviendas se consideran más pobres -su patrimonio pasó de valer 4,8 billones a 4,2 billones entre los años 2007 y 2008, y todavía no se había producido el desplome del valor-, de manera que han recortado el consumo, apunta el informe, «más allá de lo que podría sugerir la evolución de sus rentas».

De cara a 2010, el Banco de España opina que la tasa de ahorro podría frenar ligeramente su escalada. Defiende, no obstante, que el efecto de la subida del IVA a mediados de año resultará neutral para el consumo doméstico. Opina que las familias adelantarán la compra de bienes duraderos a los meses de enero a junio para no verse afectadas por el mayor gravamen -y, en consecuencia, ahorrarán menos-, pero este efecto se verá compensado por la reducción del gasto en la segunda mitad del ejercicio.

El próximo año, apunta por su parte Funcas, cabe la posibilidad de que siga aumentando el ahorro financiero doméstico, y los ahorradores podrían incrementar su diversificación acudiendo cada vez más a activos de mayor riesgo, como los títulos de Bolsa.

Álava fue en 2008 la provincia con mayor ahorro por habitante (sumadas empresas y familias), nada menos que 11.165 euros, cifra que duplica con holgura la media española de 5.422 euros por cabeza. Le acompañan, en la cabecera de la lista, Madrid (9.999 euros por habitante), Tarragona (9.893 euros), Castellón (9.214 euros) y Guipúzcoa (9.031 euros). En el extremo opuesto, el ahorro por habitante de Ávila se limitó a 502 euros, y por debajo del millar de euros figuran Zamora (708 euros), Granada (860 euros) y Ourense (971 euros).

El ahorro familiar bruto por habitante es un indicador representativo. Se calcula descontando de la renta familiar los gastos de consumo, de manera que allí aparecen todo tipo de fórmulas de ahorro, desde las financieras a la inversión en vivienda. Además, para estimar la renta disponible de los hogares se toman en cuenta todos los ingresos percibidos, incluidas las prestaciones sociales. Las cuantías se matizan finalmente en función de los niveles de precios de los distintos territorios, lo que atenúa un poco las desigualdades. Aunque las autonomías de menor renta suelen ser las más baratas, también es cierto que en los hogares con menos ingresos los gastos de consumo tienen mayor peso, y queda escaso margen.

Por autonomías, el ahorro familiar superó en el pasado año la cuota de los 3.000 euros por habitante en La Rioja, Navarra, Castilla y León y el País Vasco. En un segundo bloque figuran Canarias, Baleares, Cataluña, Aragón, Madrid y Castilla-La Mancha, que superaron los 2.600 euros sin alcanzar los 3.000. Entre 2.000 y 2.600 euros por habitante se situó el ahorro de la Comunidad Valenciana, Extremadura, Cantabria, Asturias, Galicia y la región de Murcia. El farolillo rojo, con un ahorro inferior a 2.000 euros por persona, correspondió a Andalucía, a pesar de que entre los años 2000 y 2008, un periodo de fuerte expansión económica, el nivel de ahorro familiar por habitante creció el 144,16% en esa comunidad.