Es el principal reclamo de estos establecimientos./ J. M. A.
Ciudadanos

Nave de más de 1.000 metros, bien ubicada y abierta el domingo

Las organizaciones de consumidores vigilan que los artículos de bazar pasen los controles de calidad que fija la legislación

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Pese a que en lo que va de año y en medio de una crisis internacional las importaciones de productos procedentes de China se han reducido a la mitad en relación a 2008, el negocio procedente del país asiático sigue en auge.

En la provincia de Cádiz, durante los últimos meses, no han parado de establecerse nuevos negocios, la mayoría bazares y tiendas multiprecio.

El perfil es casi siempre el mismo. Las tiendas chinas se implantan en locales muy amplios, la mayoría naves industriales bien ubicadas en zonas comerciales o de tránsito, y superan de media los 1.000 metros de superficie.

El caso de Chiclana es un ejemplo. En menos de un año se ha multiplicado por tres el número de bazares en el término municipal, que se han instalado en negocios que ya no eran rentables para sus propietarios. Es el caso del bazar que está preparándose para abrir sus puertas en la Avenida Reyes Católicos, que ha adquirido la nave de un concesionario de coches muy conocido en la ciudad.

Este avance de los bazares está siendo muy seguido por los comerciantes locales, que temen en algunos casos una invasión de tiendas como ocurrió a comienzos de la década de los años 90 con los Todo a Cien regentados por ciudadanos marroquíes.

Productos lácteos

Además, y sin contar los problemas con la leche que tuvo China recientemente, y que obligó a la Unión Europea a paralizar la importación de productos lácteos de aquel país, las distintas organizaciones de consumidores que trabajan en la provincia alertan de la «escasa calidad» que tienen algunos de los productos que se venden en los bazares chinos.

Precisamente esa es la principal baza que usan los comerciantes tradicionales de la provincia para competir. Los minoristas gaditanos apuestan por «la calidad y la atención especializada» para combatir el poderío económico de estas organizaciones asiáticas, que se implantan normalmente en zonas urbanas y habitadas para crear sus negocios.

Desde Facua o la Unión de Comerciantes de Cádiz se apunta además que la mayoría de las aperturas de este tipo de establecimientos responde a una «perfecta planificación y organización», con dinero «fresco», y grandes inversiones que pueden superar los 200.000 euros para poner en marcha uno de estos locales; sus características, abren los siete días d la semana y tienen casi de todo a la venta, siempre a un precio muy reducido.