calentamiento global

La ONU advierte de que no habrá acuerdo sobre las emisiones sin EEUU

De la Vega anuncia que España ofrecerá 100 millones de euros adicionales hasta el 2012, para lo que se denomina "esfuerzos tempranos"

BARCELONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El responsable de la ONU en la lucha contra el cambio climático, Yvo de Boher, ha advertido de que la comunidad internacional no aceptará ningún acuerdo de la futura Conferencia de Copenhague, que fijará los nuevos objetivos de lucha contra este fenómeno, si EEUU no establece también sus compromisos.

De Boher ha participado en Barcelona en la última reunión previa a la conferencia que Naciones Unidas celebrará en la capital danesa, en diciembre, de la que deberán salir unos acuerdos "claros" que sirvan para continuar el protocolo de Kioto de 1997 contra el cambio climático, rubricado ya por 184 países, entre los que no está EUU.

Ha reconocido que no se prevé que en Barcelona, con más de 4.000 delegados de 181 países (entre miembros de gobiernos y de organizaciones medioambientalistas) se consigan resultados "espectaculares", pero confía en que ayude a crear la "arquitectura básica" que allane el camino de cara a la cita danesa, ya que el actual acuerdo sobre las emisiones de carbono vence en 2012, y la mayor parte de sus compromisos siguen vigentes.

Una estrategia de cara a 2030

En este sentido, ha remarcado que los delegados sólo tienen cinco días de negociaciones para ofrecer propuestas concretas y viables para todos los estados, tanto los ricos, como los en vías de desarrollo, cuyas emisiones per cápita de gases invernadero son muchos menores -aunque van en aumento-, por lo que reclaman ayuda financiera para mitigarlos sin perder capacidad de crecimiento.

De Boher ha indicado que entre los aspectos fundamentales para llegar a un acuerdo está un compromiso ambicioso en la reducción de emisiones de los países desarrollados, que según el informe de evaluación de expertos de cambio climático de la ONU -IPCC- deberían ser de entre el 25 y el 40% menos de las cifras registradas 1990, y que cada país asuma objetivos individuales, hasta el horizonte 2030.

Asimismo, ha insistido en que el acuerdo deberá recoger medidas de mitigación para los países en desarrollo, compromiso en el que deben verse implicados también los países ricos que deben ayudar a financiar el proceso, sin que estas ayudas vayan en detrimento de programas de cooperación, como temen las economías en desarrollo.

España ofrece 100 millones más

De Boher ha indicado que el respaldo financiero y tecnológico para mitigar el calentamiento debería salir de Copenhague con una partida inicial de unos 10.000 millones de dólares (la cifra global ronda los 250.000 millones hasta el 2020) y ha adelantado que deberá apoyarse especialmente la lucha contra la deforestación. En este sentido, ha destacado el anuncio hecho por la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, de que España ofrecerá 100 millones de euros adicionales hasta el 2012, para lo que se denomina "esfuerzos tempranos".

De Boher ha abogado por crear una estructura fuerte que dé voz a todos los países, con "capacidad de acción inmediata". A la vez ha recalcado el papel que deben jugar los estados emergentes (como Brasil, México o China que se han mostrado, ha dicho, ambiciosos a la hora de limitar sus emisiones), pero también EEUU, país del que ha destacado el cambio de rumbo efectuado por la administración Obama. En este sentido, ha recalcado que EEUU debe comenzar a fijar sus objetivos a largo plazo y aceptar el consenso sobre la reducción de gases, para, al igual que el resto de países desarrollados, ganarse la "fe y el respeto" de la comunidad internacional.

La delegación estadounidense que ha asistido a la cita de Barcelona no ha querido ceñir el posible acuerdo a una cifra de la reducción del carbono, sino que de momento, han preferido referirse a la necesidad de llegar a un pacto global que incluya elementos que vayan desde el trasvase de tecnologías de mitigación y adaptación a la financiación de estos programas.

Desde las filas de la UE, Andreas Carlgreen, ministro de Medio Ambiente de Suecia, se ha mostrado convencido de que a pesar de las dificultades habrá un buen acuerdo ambicioso y ha añadido que confía en que todos los países desarrollados se comprometan. Al respecto, ha indicado que Barack Obama ha generado muchas expectativas, ya que en este país ha empezado a barajar cifras de reducción de emisiones, que va del 17 al 24%, aunque todavía están por definir. En cuanto a la UE, el ministro sueco ha dicho que debe ser un ejemplo a seguir por su implicación en este fenómeno, aunque la postura de los estados miembros no sea única, según se ha podido comprobar en la última reunión de los 27.