Busto de Fernández Campo, en el parque de San Francisco.
ESPAÑA

En el corazón de Oviedo

OVIEDO Actualizado: Guardar
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Sabino Fernández Campo está en el corazón de Oviedo, en todos los sentidos. Sus paisanos siempre le depararon admiración, cariño y respeto y le hicieron un hueco en sus corazones. Un busto en bronce del gran servidor público se enseñorea además de los rincones más nobles y transitados del corazón de la capital asturiana, el Campo de San Francisco. Ante ese busto varios centenares de ovetenses se congregaron ayer de luto por Sabino Fernández Campo para darle su último homenaje.

A la ofrenda floral que tuvo lugar tras el funeral y el entierro se sumó también la familia del finado. María Teresa Álvarez depositó un ramo de rosas blancas y agradeció de nuevo el cariño y el respeto de los ovetenses. «Tengo una pena enorme pero estoy contenta, como lo estaría Sabino, orgullo de sus paisanos» dijo.

Entrada ya la noche, la lluvia tan cotidiana en un Oviedo ayer soleado no quiso deslucir este acto, el más popular de la jornada, que se celebró ante este singular busto del insigne hijo de la ciudad. Es una obra de Víctor Ochoa, plantado en 1996 y atestado desde la mañana de coronas, ramos de flores y mensajes de admiración.

A los pies del busto se amontaban las coronas, como las enviadas por los Reyes, los Príncipes de Asturias, el Gobierno de España, el Congreso y el Senado, la Casa de Alba, el Consejo de Estado, la Comunidad de Madrid, la Academia de Ciencias Morales o el Grupo Socialista.