El puente ahora provoca dudas y temor

El tiempo es el peor amigo de las ilusiones. Astilleros, El Corte Inglés y la teórica zona comercial anexa se crearon con la ilusión de que el segundo puente supondría un impulso definitivo a la actividad. Sin embargo, los retrasos en un proyecto tan complejo y los cambios de su configuración la han enfriado. Salvador Muñoz admite que una rotonda elevada «puede dejar los negocios de la avenida aislados». Juan Tovar añade que «los coches saldrán a la avenida de Las Cortes casi a la altura del parque de bomberos, por lo que tendrían que girar y volverse para comprar en esa zona». Luis Arenal acusa al Ayuntamiento de «asustar a la gente y a los comerciantes al decir que la rotonda va a aislar la avenida, así no hay quién se anime a comprar ni a tener un negocio abierto».