Las gradas se tiñeron de mucho colorido

El duelo entre el Granada y el Jerez Industrial era uno de los compromisos más atractivos de la jornada en el grupo cuarto de Segunda División B. Y no ya sólo por lo que los dos conjuntos se jugaban, sino por el colorido que iban a presentar las gradas de La Juventud. Se esperaba la presencia de muchos seguidores granadinos, que llenaron uno de los fondos del estadio jerezano. Aproximadamente algo más de un centenar de personas vibraron con su equipo, el gran juego que desplegó y los goles que marcaron.

Enfrente tuvieron otro rival. La afición industrialista que como siempre fiel a sus colores no quiso dejar sólo al equipo en un choque tan importante. También se vieron más personas de lo habitual, ya que muchos xerecistas se pasaron para ver a uno de los históricos del fútbol español, que este año trata de recuperar la categoría de plata.

Sin muchos incidentes que reseñar, salvo alguna actuación de la Policía Local en el descanso, ya varios espectadores visitantes se colaron entre los locales. Tras el claro resultado al término de la primera mitad, las burlas y las quejas fueron las protagonistas, por lo que no tuvieron más remedio que actuar.

De esta forma, se pudo ver la cara y la cruz. Mientras que los granadinos disfrutaban y saboreaban, de forma momentánea, el liderato de Segunda B, la afición del Industrial veía con impotencia como los jugadores eran incapaces de plantar cara al Granada. Al final y lo más importante, es que reinó la cordialidad y con cánticos de uno y otro equipo los jugadores fueron despedidos. Ahora el consuelo del Industrial será esperar a las próximas jornadas para ver un nuevo triunfo de su equipo.

Antes del comienzo del encuentro, los aficionados y la directiva disfrutaron con una convivencia. Por lo tanto, la unión industrialista sigue y entre todos están dispuestos a llevar al equipo en volandas hasta la salvación. Con el tropiezo tendrán que animar algo más, pero todos ellos están disfrutando en una nueva categoría que esperan mantener.