Tambores de bicefalia

Gestos, declaraciones y posicionamientos dispares dejan vislumbrar cierta indigestión tardía en el relevo en la cúpula del PSOE de Andalucía. Se podría intuir, incluso, un incipiente malestar interno. Este contexto choca, sin embargo, con una realidad incuestionable: la férrea y añeja amistad que une a Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Luis Pizarro, los protagonista de esta supuesta galerna que azota al principal partido andaluz.

«Soy el líder del PSOE desde Almería hasta Huelva», dijo ayer Griñán con una rotundidad inédita desde que accedió a la Presidencia de la Junta el pasado mes de abril. Griñán, para cercenar cualquier duda, añadió: «Si tuviera alguna sombra de duda de que no lidero ahora mismo el PSOE-A no estaría donde estoy». Ambas aseveraciones las realizó el presidente andaluz en el foro Diálogos de El Correo, en presencia de lo más granado de la sociedad sevillana y ante la atenta mirada de un ramillete de consejeros y de Luis Pizarro y Rafael Velasco, números dos y tres, respectivamente, en el escalafón orgánico del PSOE-A.

Inusual contundencia

Si extraña la contundencia, también sorprende el contexto. Le habían realizado la típica pregunta de si se veía como candidato y secretario general del PSOE-A en 2012. Griñán ya había respondido a estas cuestiones, pero desde luego no en ese tono. Tal vez se dio cuenta de que había pisado el acelerador tan a fondo que dejaba atrás años de convivencia y meses de entente cordiale, pero lo cierto es que menguó su impulso y apostilló que asumiría la secretaria general del PSOE-A cuando corresponda, es decir, en el congreso regional que celebrará esta formación tras las elecciones de 2012.

Y, como edulcorante ante la acritud anterior, Griñán sentenció: «Nunca perdería la amistad del secretario general del partido, Manuel Chaves, ni del vicesecretario, Luis Pizarro, porque antes que mis compañeros de partido son mis amigos; antes me iría de presidente». Casualidad o no, lo cierto es que este episodio se produjo apenas unas horas después de que Luis Pizarro, vicesecretario general del PSOE-A, lo hubiera señalado como un «referente orgánico» en el partido, pero manteniendo el protagonismo del actual secretario general de los socialistas andaluces y vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves.

Entendimiento

Lo curioso es que Pizarro hizo estas declaraciones para zanjar, precisamente, los rumores sobre un distanciamiento entre Gobierno y partido, o lo que es lo mismo, entre Griñán y Chaves y Pizarro. Así se lo plantearon al vicesecretario general del PSOE-A y consejero de Gobernación los informadores que asistieron al desayuno informativo que organiza la Asociación de Periodistas Parlamentarios de Andalucía (PEPA).

«En el PSOE-A existe un apoyo y respeto total a la figura de Griñán, que tiene protagonismo también en la vida interna», comentó Pizarro, tras insistir en que el nivel de coordinación que existe ahora entre el Gobierno andaluz y la formación que lo sostiene es muy similar al de la etapa de Manuel Chaves.

Fuentes de la dirección regional socialista quisieron quitar hierro a este asunto. «Griñán sabe que todo el partido le arropa y le apoya en Andalucía», indicaron. Este mismo dirigente fue más allá y acusó al PP de estar detrás de las insinuaciones sobre rivalidades o enfrentamientos en el seno del PSOE andaluz.