lucha antiterrorista

Localizan un zulo de ETA con 10 kilos de material explosivo en la provincia de Alicante

La Guardia Civil encuentra un bidón con amonal y amosal, así como temporizadores y detonadores

MADRID Actualizado: Guardar
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Un excursionista se ha topado esta tarde con un ‘zulo’ de ETA en un paraje montañoso de la localidad alicantina de Confrides, a 75 kilómetros de la capital. El escondite guardaba unos 10 kilos de amonal o amosal, detonadores, temporizadores y otro instrumental para fabricar varios artefactos. Todo el material se encontraba en “bastante buen estado”, según informan mandos de la lucha antiterrorista. La Guardia Civil, que se ha hecho cargo de las investigaciones, estudia si se trata del arsenal de un comando activo o de un escondite abandonado en una anterior campaña de verano.

Los agentes encontraron en el escondite un bidón de plástico de grandes dimensiones, semienterrado en un área a 800 metros de altura conocida como el Rincón del Olvido, en la sierra de La Serella, entre Alcoy y Benidorm, en la comarca de la Marina Baixa. El escondite estaba a escasos metros de una pista forestal, que sale de la carretera que dirige a Alcoy.

Según explicó el senderista a los agentes de la Guardia Civil del puesto de Callosa d’en Sarrià, a los que alertó del hallazgo, el bidón había quedado al descubierto, supuestamente por las lluvias caídas recientemente, y en el interior del contenedor se veían varios paquetes con el hacha y la serpiente del anagrama de ETA.

El escondite podría estar abandonado

Efectivos de los Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos (GEDEX) de la Guardia Civil acudieron al paraje a primera hora de la tarde. Allí, tras inspeccionar la zona para confirmar que no había alguna bomba-trampa de los terroristas, vaciaron el recipiente, de 80 centímetros de alto y 30 centímetros diámetro. En su interior, repartido en varios paquetes precintados para evitar la humedad, había 10 kilos de explosivo a base de nitrato (amonal o amosal), seis temporizadores, también con el anagrama de la banda, diez detonadores, cuatro comprobadores de circuito y cinco metros de cordón detonante para multiplicar el efecto de la explosión. Todo el material explosivo -según explicaron los expertos- estaba en buenas condiciones para ser utilizado.

Los servicios de Información de la Guardia Civil, a pesar las óptimas condiciones del explosivo y el material electrónico, no descartan que el ‘zulo’ estuviera abandonado desde hace tiempo. Los expertos antiterroristas, no obstante, se inclinan a pensar que este arsenal pudo pertenecer a algún comando de la organización terrorista que se movió en esa zona y que, por circunstancias desconocidas, no llegó a cometer atentados.

Los expertos también estudian la posibilidad de que este ‘zulo’ esté relacionado con los terroristas que el pasado 30 de julio asesinaron con una bomba-lapa en Mallorca a los guardias civiles Carlos Saénz de Tejada y Diego Salvá y que colocaron otro artefacto similar en los bajos de otro vehículo del instituto armado. El lugar del escondite se encuentra a una hora escasa de viaje a Denia, uno de los puertos principales que une el Levante con las islas baleares. El hecho de que dos miembros de ETA intentarán robar dos días después del atentado de Mallorca una furgoneta en Valencia refuerza la hipótesis de que miembros de la banda pudieron moverse por ese terreno el pasado verano.