Cuco Ziganda en ruda de prensa./ J. C. C.
Deportes

Ziganda: «No me gusta nada como estamos jugando en casa»

pero entiende que «la primera silla que se mueve es la del entrenador»

JEREZ Actualizado: Guardar
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La ilusión del xerecismo no ha crecido tras los últimos partidos a pesar de que el Deportivo ha logrado sus primeros puntos y ha estrenado su casillero de goles, pero la primera de las victorias se hace rogar y, lo que es peor, el juego del Xerez ha perdido mucha vistosidad, fluidez y alegría. Ante esta situación, a José Ángel Ziganda no le ha quedado otra que reconocer que tampoco a él no le «gusta nada como está jugando el equipo en casa». Los azulinos necesitan mejorar muchos aspectos, buscar soluciones y acoplar definitivamente a los fichajes que llegaron a última hora, pues Ziganda contaba ayer que «todavía no hemos terminado de ver a la gente que llegó al final. Los hemos fichado, tenían nombre y había que ponerlos. En el momento que los vemos, si dan el nivel se quedan, de lo contrario, salen. Por supuesto que nos vamos a plantear soluciones porque en estos momentos no me gusta nada como hemos jugado los últimos partidos de casa. Soy el primero en reconocer que no me ha gustado nada y está claro que algo tenemos que hacer. No podemos dejar al equipo que se muera así. Tenemos que buscar alguna solución, eso es seguro».

Y es que Ziganda sabe perfectamente que de no encontrar esas soluciones su puesto será el primero que sufrirá cambios. De momento, afirma que no siente que su puesto «esté en peligro», pero apunta que tampoco es «nuevo en esto» y sabe que igual que él toma medidas en el equipo cuando la cosa no funciona, «también los clubes toman medidas y la primera silla que se mueve es la del entrenador. Eso lo tenemos todos los entrenadores muy asumido. La silla más fácil y que se mueve primero es la del técnico. Cuando nos dan el carné de entrenador ya nos dicen que tengamos las maletas preparadas. No conozco a ningún entrenador que no haya sido cesado». Durante el enfrentamiento contra el Villarreal, Ziganda no será el único que se la jugará, su amigo Valverde, entrenador del conjunto castellonense, tiene el agua mucho más cerca del cuello. «Son las urgencias de los equipos que no hemos ganado. Estamos en octubre y todos planificamos la temporada mirando a mayo, pero la verdad es que los entrenadores vamos a tener que preparar las pretemporadas pensando en septiembre, octubre y noviembre porque igual en diciembre ya no estamos», vaticina el navarro.

VILLARREAL

Valverde está en la cuerda floja

«Imagino que llegarán muy presionados»

Esta crítica situación le hace pensar a Ziganda que se va a encontrar un Villarreal «muy presionado porque sabemos que hay poco tiempo para todos. Imagino que llegarán muy presionados y muy puestos, por lo que será difícil sorprenderles. Al final, son un equipo que juega bien al fútbol y que les cuesta muchísimo hacer gol, teniendo en cuenta las ocasiones que han creado. No hay que olvidar que cuenta con mucha calidad, pero ojalá que despierten una jornada después de jugar contra nosotros».

Para ese importante encuentro, parece que Cuco tampoco dará continuidad al once titular que empató contra el Málaga. Continuarán los cambios en la alineación a pesar de que «en los últimos partidos el equipo ha parado la sangría de goles y por lo menos llegamos al final del encuentro con posibilidades de ganar, pero también es cierto que le ha faltado fluidez, frescura y alegría para jugar al fútbol. Por tanto, le tenemos que dar la vuelta a esto porque el sistema, el esquema y la disposición es la misma. Los nombres de los jugadores también han sido muy parecidos y, por tanto, hay que encontrar el momento óptimo de determinados jugadores que han llegado tarde o que han perdido confianza». Según el preparador azulino, no ha repetido once por culpa de las «expulsiones, cesiones, rotaciones y porque hay dos o tres puestos en los que no lo tenemos muy definido porque no encontramos garantías suficientes». Una de esas posiciones que sí empieza a tener claro es la delantera. Ayer Ziganda explicó que en principio apostó por Maldonado porque le veía con un poco más de «chispa. No le habíamos visto mucho y lo teníamos que meter porque venía con buena mentalidad y muchas ganas, aunque sabíamos que sería muy difícil. Después, como cuando Mario ha jugado nos ha dado mucho, ha terminado quedándose. Han jugado los dos, y luego se ha quedado Mario porque creo que se lo ha ganado».

DE MÁS A MENOS

Problemas de confianza

«Cada vez jugamos peor con el balón»

Pero la realidad es que hay varios aspectos que mejorar, pues a pesar de arrancar «bien» la Liga, el Xerez «cada vez llega un poco menos y cada vez juega un poco peor con el balón en los pies. Tenemos que tratar de coger confianza y de animarnos. Nos tenemos que dar cuenta que los partidos se deciden en otro tipo de detalles. El nivel en estrategia y de efectividad es muy fuerte en todos los equipos y esas cosas se reflejan en el resultado y nos hace verlo todo de una manera muy negativa».

No cree el técnico del Xerez que su equipo esté poco cualificado, sino que «en estos momentos es una cuestión de confianza y no de falta de calidad. En tres partidos hemos tenido soltura, pero con el mismo sistema luego hemos perdido esas virtudes. Se nota que estamos mirando la clasificación, que hay miedo a que no salgan las cosas bien, no a perder. Luego está el run run que nos ha llegado por no ganar, no hacer puntos ni marcar. Esto nos ha hecho daño, pero tenemos que darle la vuelta porque está en nuestras manos. Somos profesionales, nos gusta la presión y tenemos que competir. Por eso estamos aquí. En Primera División el nivel de exigencia es muchísimo mayor para todos y se le da muchísima más importancia a todo lo que rodea al club, pero tenemos que saber convivir con esa presión».

OBJETIVO

A tres puntos de dejar el descenso

«Hay que buscar a tres peor que nosotros»

Obviamente, «lo ideal» para salir del círculo vicioso en el que se encuentran los xerecistas es «que lleguen los resultados. Hay jugadores como Armenteros o Bergantiños que se sienten a gusto porque les salen las cosas. Se atreven a hacer cosas, a pedirla y a pararse, pero hay otros que están más agarrotados. A esos sería bueno que les salieran jugadas, que comenzaran bien los partidos y sobre todo que enlacemos un par de resultados positivos. En cuanto pase esto, el equipo se va a soltar y va a jugar como sabe».

Hasta que lleguen esas victorias, al xerecismo no le queda más remedio que mantener la paciencia y «no desesperar», aunque Ziganda reconoce que está deseando que salgan «las cosas bien y veo que el grupo tiene actitud y empezó la competición con muy buen juego. Nos da pena la situación que hay a comienzos de octubre porque nuestro objetivo real es encontrar tres equipos peores que nosotros, y no es algo impensable. Es difícil porque competimos con gente muy buena, pero tratamos de animarles. El equipo se tiene que soltar y recuperar la alegría con la que comenzamos. De desesperarnos nada porque queda muchísimo tiempo».

Eso sí, durante la espera habrá que abrir el paraguas y aguantar el chaparrón porque la crítica «es parte del fútbol y está claro que cuando no se logran resultados, como no se están consiguiendo, la presión es grande. Nosotros tenemos que asumir lo nuestro porque sabemos que no estamos haciendo las cosas bien. No hay excusas. Esto es la Primera División y estamos abajo. Así que la cosa tiene que cambiar. De nada sirve lamentarse, hay que intentar buscar soluciones y que no decaiga el ánimo porque restan ocho meses y muchísimo tiempo para darle la vuelta. Sabíamos que sería muy complicado».

En cuanto al partido contra el Algeciras, Cuco no le dio mucha importancia a pesar de que el Xerez no mejoró su imagen. «Jugaron gente que venían recibiendo mucha tralla y era una manera de acabar la semana. Ni el campo, ni el rival acompañaban y llama un poco la atención que no fuéramos capaces de hacer gol ni ocasiones claras».