El gaditano Álvaro Quirós es uno de los más esperados en esta cita. / LA VOZ
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Madrid reúne a los jefes del golf español

Miguel Ángel Jiménez, José María Olazábal y el gaditano Álvaro Quirós participan en una cita organizada por su compañero Gonzalo Fernández-Castaño El castellonés Sergio García regresa a la capital después de seis años de ausencia

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El Madrid Masters será este año muy español, un gran cónclave para los mejores jugadores españoles del momento que lucharán desde hoy y hasta el domingo por el título de este torneo del circuito europeo que se disputa en el Centro Nacional, el campo popular de la Federación Española.

Por el «tee» del uno pasarán 96 extranjeros y 24 españoles, el mejor de estos últimos y según el ránking mundial es Sergio García (octavo), la estrella que regresa a la capital después de seis años.

Al inmejorable reclamo que supone la presencia de García se unen las figuras de Miguel Ángel Jiménez, José María Olazábal y el gaditano Álvaro Quirós. Todos han acudido a la llamada de Gonzalo Fernández-Castaño, el organizador del torneo y jugador.

La empresa del anfitrión, Castaño, se ha lanzado al Tour por segundo año consecutivo y con un incremento en premios de 500.000 euros, hasta un total de 2 millones. Por el momento, el mejor golpe del golfista madrileño.

«Todos ellos -los citados españoles- antes eran mis héroes. Ahora, además, tengo el honor de que sean mis amigos. No sé cómo voy a devolverles el favor algún día», comenta el anfitrión, quien acierta con este empeño de reunir a los españoles de postín en detrimento de otros golfistas foráneos.

El torneo tiene tanto color hispano que hasta el campo elegido es la sede de todos los golfistas federados en este país, que superan los 300.000.

El Centro Nacional no es el mejor recorrido de la capital. Tampoco se muestra esplendoroso, por el escaso tiempo -dos meses- que ha transcurrido desde su designación (se iba a jugar en Puerta de Hierro), ni los profesionales podrán en él apurar en cada curva su motor golfístico.

El campo, sobre un antiguo vertedero, no es perfecto. Pero su carácter popular y urbano lo hacen más cercano, más español, aunque algunos como Jiménez y Olazábal no lo hayan jugado nunca.

«Con la que está cayendo, algunos, como Gonzalo, tienen el valor de organizar torneos. ¡Qué menos que apoyarles!», destaca Olazábal, quien admite que continúa con molestias y apenas puede entrenarse «a tope».

«Ahora acepto el resultado con más resignación que antes. Cuando me levanto por las mañanas me duele todo el cuerpo y por el campo me doy cuenta de que no estoy puesto. Los doctores saben lo que tengo (artritis reumatoide) pero no el porqué. Espero que algún día el de arriba me dé con su varita y solucione mi problema», relata el veterano jugador guipuzcoano.

Mientras, Fernández-Castaño augura muchos «birdies» y un resultado «muy bajo» para el campeón. «Prefiero que los jugadores no sufran tanto. El espectáculo son los birdies», añade.

El corte más bajo del «rough», la limitada longitud del campo y los «greens» receptivos y francos harán realidad las palabras del organizador. Más facilidades, pues, para este auténtico careo entre los mejores golfistas españoles.