PABLO PINEDA CONCHA DE PLATA AL MEJOR ACTOR

«Somos normales para amar y para ser amados»

El intérprete anuncia que no actuará más y busca un trabajo para independizarse

SAN SEBASTIÁN Actualizado: Guardar
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El protagonista de Yo, también se abrazaba a su compañera de reparto Lola Dueñas al saberse mejor actor del Festival de San Sebastián. «Estoy muy emocionado, es como cumplir un sueño. A la primera y ya me lo llevo. Impresiona, ¿eh? Además, el premio de interpretación es para los dos, de otra manera no hubiera tenido ningún sentido. Va a hacer feliz a mucha gente».

-¿Qué querría que cambiara con esta película?

- Quiero que la gente sepa que un down puede amar, que tiene sentimientos y deseos como cualquier persona. A las chicas normales les cuesta dar ese paso de querernos, de comprometerse para toda la vida, pero quizás más por lo que socialmente lleva implícito. Quiero que se nos vea con otros ojos, que la gente salga del cine pensando que somos personas que sufrimos y amamos. Que piensen qué se han perdido por no conocernos.

-Habrá sido duro interpretar a alguien tan cercano.

-He desnudado mi interior, con mis sueños y frustraciones, pero tenía ganas de hacerlo. Llevo muchos años reprimiendo y aguantando. Esta película me ha servido para decir basta y sacarlo a la luz. Mostrar lo que le pasa por la cabeza a un down. Somos normales para amar y para ser amados, esos sentimientos están ahí y tenían que manifestarse.

-¿Repetirá como actor?

-Me ha gustado, me lo he pasado pipa con el equipo, pero prefiero dejarla como una experiencia única e irrepetible. Se pueden hacer otras películas sobre el síndrome de Down, pero no con la magia de esta. Ahora querría centrarme más en mi labor diaria, como psicólogo y docente. Conseguir un trabajo fijo para poder independizarme algún día, que sigo viviendo con mis padres y ya tengo 35 años.

-¿Cómo ha sido trabajar con Lola Dueñas?

-Un auténtico sueño que se ha hecho realidad. Me ha ayudado, apoyado, mimado... Ha sido magnífico y me ha dado muchísima seguridad. Te recuerdo que yo, en esto del cine, soy un novato.

-Todavía hay mucho cliché.

-Se sigue teniendo esa sensación errónea de que somos eternos niños. Hay parcelas que los Down seguimos teniendo vetadas, sobre todo en aspectos afectivos y sexuales. Aún nos falta acceder a derechos que a cualquier ciudadano les asisten en la Constitución.

-En la película le deniegan el pase a un burdel.

-Alegan que no soy lo suficientemente maduro. Esas situaciones crean impotencia, frustración. No es un hecho puntual, sigue pasando.