Sociedad

Perverso Golding

Una biografía desvela que el premio Nobel intentó violar a una niña de quince años cuando estudiaba en Oxford

| LONDRES Actualizado: Guardar
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Su torturada y perversa identidad le sirvió al ganador del Nobel de Literatura, el británico William Golding, como base de su obra literaria. Esta es la conclusión a la que llega una biografía que se publicará el próximo septiembre y que revela el contenido de tres obras inéditas, todas ellas de carácter autobiográfico. Pero lo que sin duda provocará más impacto es que trató de explicar su «monstruosa» personalidad a su esposa, Ann Brookfield, confesándole por escrito que intentó violar a una adolescente de 15 años, cuando él tenía 18 y se encontraba en su primer año en la universidad de Oxford.

La joven, de nombre Dora, no era una desconocida: se habían conocido dos años antes en lecciones de música. La crudeza de los detalles con que narra los hechos no deja lugar a dudas: «Tuve la certidumbre de que quería sexo duro, y esto era visible por su coqueta y deseable boca». Estaban paseando juntos al atacarla y «luchamos como enemigos mientras intenté, sin destreza alguna, violarla». Dora consiguió escapar, no obstante, dos años después se encontraron de nuevo y mantuvieron relaciones sexuales en un prado, bajo la mirada del padre de Golding, en una escena que Dora había orquestado. Según Golding, Dora convenció al padre del futuro novelista de que tomase unos prismáticos y escrutase el campo, sabiendo además, que el hermano mayor de Golding, Joseph, también se encontraría allí acompañado con su novia con el mismo propósito que ellos.

El autor de la biografía, el reconocido crítico literario británico y profesor emérito de la universidad de Oxford, John Carey, explica que éste fue el modo que Dora tuvo de «vengarse»: demostrando al padre de Golding que sus dos hijos «no eran ejemplares». Carey, que además es crítico del Sunday Times, afirmó a este periódico que está convencido de que Golding estaba avergonzado de su relación con Dora, aunque sus palabras en Men, Women & Now (Hombres, Mujeres y Ahora, una de las obras que no llegó a publicarse) no rezuman arrepentimiento alguno: «Dora era una depravada por naturaleza».

Su biógrafo cuenta que, sin embargo, Golding «era consciente y le repugnaba la crueldad de su carácter» y solía decir que, «de haber nacido en la Alemania de Hitler, habría sido nazi». Para Carey, Dora propició en parte esta introspección. Pero especialmente reveladores son para los estudiosos de su obra literaria los «experimentos» psicológicos que Golding llevó a cabo con sus alumnos cuando fue profesor de escuela.

Buscaba «exacerbar sus antagonismos» y estudiar sus reacciones; como por ejemplo en una ocasión en que durante una visita a unas ruinas neolíticas con los chicos, los dividió en dos grupos para enfrentarlos, uno en defensa de de las ruinas mientras el otro tenía que atacarlas. Una situación que anticipa la trama de su novela más conocida, El señor de las moscas.