Ares y Eguiguren se estrechan la mano tras la firma del acuerdo de gobierno con Oyarzábal y Barreda. / I. A.
ESPAÑA

Los populares mantienen el pacto con el PSE pese al mazazo del parón de la moción en Álava

Basagoiti asegura que «es incompatible el cambio político» con los socialistas si sustentan al PNV en esta provincia

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Antonio Basagoiti se vio ayer en la necesidad de coger con firmeza las riendas del Partido Popular de Euskadi para responder a la decisión del PSE de aparcar la moción de censura contra el PNV en la Diputación alavesa y evitar así que alguien se desboque entre sus filas. Basagoiti y el responsable del partido en Álava, Alfonso Alonso, cuestionaron el parón porque, a su juicio, «es incompatible» con el propósito del PP de extender «el cambio político» a ese territorio y manifestaron, con distintos matices, el profundo malestar que cunde en su formación. Pese al mazazo, el líder de los populares vascos ratificó el respaldo de los suyos al pacto de legislatura firmado con el grupo de Patxi López, la principal seña de identidad del nuevo tiempo abierto por ambos en el País Vasco.

«Vamos a estar apoyando, y muy orgullosos, el acuerdo que suscribimos con los socialistas vascos para cambiar las principales cuestiones del país; para que haya más entendimiento, para acabar con el terrorismo y para lograr más libertad». Éste fue el mensaje lanzado ayer por Basagoiti, tras el anuncio del PSE de descartar por ahora la moción de censura cuando en vísperas cualificados dirigentes la consideraban inevitable. En un intento por afrontar con tranquilidad una decisión que trastoca las previsiones internas de muchos, el presidente del PP renovó su compromiso con el pacto de estabilidad al asegurar que no se desdice «ni una palabra» del acuerdo, que recoge las bases para el cambio sin citar la moción alavesa.

Aunque oficialmente el PP no ha tirado la toalla y tratará de reconducir la situación, Basagoiti se enfrenta a su primer roce serio con Patxi López. Las discrepancias manifestadas en el PSE, y asumidas por la dirección, sobre la oportunidad de reprobar al diputado general de la provincia, el 'jeltzale' Xabier Agirre, amenazan con abrir un espacio de desconfianza entre los dos socios, cuando apenas han transcurrido tres meses de la firma del pacto.

«No se puede tener abierto el quirófano tantos días». Con esta expresión tan gráfica, un cargo intermedio del Partido Popular bien relacionado con la base se mostró escéptico sobre el éxito de la operación de censura en Álava, si el dictamen se retrasa a después del verano. El parón es interpretado por estas fuentes como una forma de prolongar en público la «agonía» de la negociación entre populares y socialistas, en busca de la salida del PNV de la Diputación alavesa. Para ellos, ahora era el momento «oportuno». «No se puede jugar a dos barajas», indicaron los mismos medios sobre la buena acogida que el PSE ha dado a la propuesta de entendimiento de la formación de Íñigo Urkullu.

Opiniones encontradas

Oficialmente, la dirección del PP ha encajado con una profunda decepción el aplazamiento, aunque ofreció ayer una respuesta calculada en un intento por ofrecer una sola voz ante una cuestión delicada, capaz de generar opiniones encontradas en su seno. El secretario general, Iñaki Oyarzábal, estrenó el capítulo de valoraciones en Herri Irratia. Oyarzábal juzgó «incompatible» el respaldo del PP al Gobierno de López mientras en Álava se mantiene «una alianza entre PSE y PNV», formaciones que se apoyan mutuamente en los presupuestos en la Diputación y el Ayuntamiento de Vitoria. Aún así, el número dos del partido abogó por «seguir trabajando para convencer» a los socialistas para desplazar «ahora, en julio», a Agirre del Ejecutivo foral y colocar en su lugar al popular Javier de Andrés.

Tanto Basagoiti como Alonso utilizaron el término «incompatible» para contraponer el pacto con el PSE con un retraso que deja por ahora sin fecha la presentación de la moción de censura contra Aguirre.