Dos policías franceses trasladan al presunto etarra Xabier Arruabarrena. / AP
ESPAÑA

Detenidos en París los responsables del aparato de información de ETA

Arruabarrena y Garmendia centralizaban las fichas de los objetivos de la banda

| CORRESPONSAL. PARÍS Actualizado: Guardar
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La Policía francesa, con datos aportados por la Guardia Civil, detuvo ayer a las afueras de París a Xabier Arruabarrena Carlos y Oihane Garmendia Marín, Alazne, considerados por el Ministerio del Interior español los máximos responsables del aparato de información de ETA. En poder de los detenidos, que no estaban armados, se intervino material informático y documentos de identidad falsificados. Ambos estaban declarados en busca y captura por jueces tanto españoles como franceses y condenados en rebeldía por tribunales de París.

Las detenciones fueron practicadas a las seis de la mañana en Charenton le Pont (Val de Marne), localidad limítrofe con París y accesible en metro o autobús urbano por el sudeste de la capital. La Dirección Central de Información Interior, servicios secretos que trabajan en colaboración con la Guardia Civil, había comunicado la víspera a la Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la Policía Judicial la presencia en ese municipio de una pareja de presuntos etarras.

Nada más cumplirse la hora legal en Francia para los allanamientos, una unidad del RAID, cuerpo especializado en las operaciones de riesgo, irrumpió en un piso situado en la tercera planta del inmueble número 5 de la avenida Maréchal de Lattre de Tassigny. Los dos ocupantes fueron sorprendidos mientras dormían y no opusieron resistencia a la intervención policial, en la que participó una veintena de agentes.

En el registro, efectuado durante buena parte del día en presencia de los arrestados, se hallaron sus documentos de identidad auténticos. Están expedidos a nombre de Xabier Arruabarrena (Elorrio, 1971), huido el año 2000 de una operación contra el comando Vizcaya, y de Oihane Garmendia (Barakaldo, 1976), en busca y captura desde 2003 bajo la acusación de haber sido la responsable de captar reclutas para ETA en Vizcaya.

También fueron descubiertos varios juegos de papeles de identidad falsificados, entre los que figuraba un carné profesional ficticio de la policía francesa. Además había un ordenador portátil, un disco duro externo, varios lápices de memoria USB y otros materiales informáticos. Pero en el piso no se encontraron armas ni explosivos o componentes para fabricarlos.

Según testimonios recogidos en el vecindario, la pareja alquiló la vivienda -un piso de 50 metros cuadrados con dos habitaciones- hace algo más de un año y llevaba una vida muy discreta. Un par de bicicletas plegables, atadas con una cadena en un patio interior, pertenecía a los detenidos, según señaló un vecino, quien dijo haberles visto a veces con un coche tipo ranchera, «muy sucio y lleno de papeles».

Facilitar datos

En Madrid, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que Arruabarrena es el responsable del aparato de información de ETA y que Garmendia formaba parte de ese mismo equipo encargado de facilitar a ETA los datos para cometer los atentados. Puntualizó que no le parecía probable que la información incautada tuviera relación con el asesinato del inspector Eduardo Puelles el pasado viernes en Arrigorriaga.

Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, definió a los detenidos como «los dos máximos responsables del aparato de información de la banda».

Denominado progresivamente en clave interna Sarea, Edurne, Pianistak, Mattin Salto e Infoak, el sub-aparato de información de ETA es una célula encargada de informatizar y centralizar las fichas sobre los objetivos económicos y militares de los comandos armados y de los recaudadores del impuesto revolucionario. Una base central de datos, denominada Data Gune Zentral (DGZ), almacena los informes de vigilancias, seguimientos o averiguaciones acerca de políticos, empresarios, jueces, policías, militares, periodistas, funcionarios de prisiones y otras categorías sociales en el punto de mira de ETA.

Los avances cibernéticos y telemáticos permiten que los responsables del acopio, actualización y sistematización de la información sean muy pocos y operen por su cuenta. Pero su misión depende en buena medida de las fuentes humanas constituidas por decenas de corresponsales locales que espían sobre el terreno y aportan los clásicos listados de matrículas de coches de policías, descripciones físicas, hábitos y horarios de vigilados o planos, fotos y bosquejos de escenarios de atentados.