La estructura de las instalaciones ya es visible desde la avenida Juan Carlos I. / MIGUEL GÓMEZ
CRONOLOGÍA

La obra de La Martona encara su recta final después de tres años de trabajos

Los técnicos calculan que tardarán dos meses y medio en la construcción, de 15 metros y que se dividirá en tres plantas

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La nueva nave de las instalaciones de la Martona está ya en ejecución. En estos días ya puede verse la estructura de este edificio, que tendrá 15 metros de altura sobre rasante y se dividirá en tres plantas.

Dos pozos

Hasta ahora, desde que comenzó la obra (febrero de 2006) se ha estado trabajando en los dos pozos, que tienen 30 metros de profundidad para bombear con efectividad las aguas fecales por una parte y las pluviales por la otra. Se trata de uno de los proyectos civiles más complicados de todos los que ejecutan la Delegación de Medio Ambiente de la Junta en la provincia. De ahí su elevado presupuesto (12 millones de euros) y los años de retraso (el proyecto está incluido en un convenio que firmaron la Junta y el Ayuntamiento en 1994).

La nave, de estructura metálica, tendrá un patio con acceso para los camiones, y dependencias para vestuarios, servicios, sala de documentación y control, archivos y talleres, entre otros departamentos.

Aunque estaba previsto que la estructura nueva comenzara en abril, acaba de hacerlo hace unos días, por lo que se terminará en el próximo otoño, según calcularon fuentes de la Delegación de Medio Ambiente.

Una vez que esa fase acabe, lo más difícil será cambiar la conexión de las tuberías que envían las aguas fecales y pluviales de la vieja a la nueva estación. Esa operación exigirá una gran coordinación con Aguas de Cádiz, puesto que en ningún momento puede interrumpirse el servicio.

La ventaja fundamental de la obra de La Martona es que disminuirá el riesgo de inundaciones en la zona, un área muy sensible, ya que el barrio de La Laguna con frecuencia padece este tipo de problemas. Las bombas que se instalarán tendrán capacidad para bombear más de 5.000 litros cada segundo. Habrá cuatro en el pozo de pluviales y cinco en el de fecales. Cada bomba podrá impulsar 600 litros por segundo.

Las aguas fecales irán -como hasta ahora, pero con mucha más potencia y seguridad- hacia la depuradora situada en pleno Parque Natural de la Bahía y que da servicio a Cádiz y San Fernando. Las pluviales se bombean hacia un colector que las traslada a las aguas de la Bahía, lo suficientemente alejadas como para que no provoquen problemas de olores o salubridad a los ciudadanos.

El proyecto incluye también el derribo de las construcciones actuales, la más importante, el edificio que tiene allí Aguas de Cádiz y la marquesina de la vieja estación. Es en ese lugar en el que el Ayuntamiento de la capital construirá su edificio, sobre cuyo diseño y destino no se han dado más detalles.

Además se abrirá una nueva calle, con forma de «u», que bordeará la instalación y conectará por los dos extremos con la avenida Juan Carlos I y que servirá para dar servicio a la estación y a los vehículos de emergencias por si tuvieran que acercarse a los edificios colindantes.

Una vez que termine la obra, se abrirá el carril de la avenida Juan Carlos I que está cortado. Además, se retomará el trazado del carril bici, que quedó interrumpido por los trabajos. El Ayuntamiento pretendía que la avenida nueva quedara liberada lo antes posible. Sin embargo, desde la dirección de la obra ya se advierte que hay algunas arquetas que caen justo debajo de ese carril ocupado que hay que estar abriendo y cerrando.

Hay que tener en cuenta también que las instalaciones tendrán una vida útil de medio siglo, contarán con la última tecnología y estarán preparadas para hacer frente a cualquier contingencia. En este sentido, se han provisto que haya bombas de recambio y los medios necesarios para poder hacer las reparaciones que se requieran.