De derecha a izquierda, primera fila: el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, posan durante la foto de familia de la Cumbre de la Unión Europea en la sede del Consejo Europeo en Bruselas. / Efe
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Los 27 aplazan la discusión sobre las condiciones de Irlanda para un segundo referéndum

Los gobiernos iniciarán consultas informales con el Parlamento para calibrar los apoyos que tendría Barroso para repetir al frente de la Comisión

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han retrasado a mañana viernes, jornada final de la cumbre que celebran en Bruselas, la discusión sobre las garantías jurídicas que reclama Irlanda para realizar un segundo referéndum sobre el Tratado de Lisboa, que probablemente se celebrará en septiembre u octubre.

La aprobación de las garantías irlandesas figuraba como segundo punto en el orden del día de la cumbre, tras el encuentro de los líderes europeos con el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Poettering. Sin embargo, la cumbre empezó con retraso y los 27 tenían que abordar también durante la tarde la lucha contra el cambio climático y la reforma del sistema europeo de supervisión para evitar nuevas crisis como la actual. Una manifestación de productores de leche bloqueó esta mañana buena parte de Bruselas e impidió que el presidente Zapatero llegara a la reunión de los socialistas europeos.

La decisión de aplazar el debate se ha adoptado después de que se conociera la carta enviada por el primer ministro irlandés, Brian Cowen, a sus homólogos, en la que reclama que las garantías jurídicas adopten la forma de un protocolo adjunto a los Tratados. "Esto es necesario si quiero convocar, y ganar, un segundo referéndum", afirma en la misiva.

Rechazo a la postura irlandesa

La mayoría de países, encabezados por el Reino Unido, Polonia o los Países Bajos, rechazan prometer a Irlanda un protocolo porque podría reabrir el debate sobre la ratificación del Tratado de Lisboa. Proponen que la cumbre adopte una decisión del Consejo Europeo, que sería jurídicamente vinculante y no requiere ratificación, pero que tiene un estatus legal inferior al de protocolo.

"Entiendo que la intención es adoptar una decisión de los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en el Consejo Europeo. No obstante, para dar las máximas garantías legales a los ciudadanos irlandeses, necesito poder decir cuando salga de la reunión, sin temor de ser contradicho, que las garantías jurídicas contenidas en la decisión adquirirán, en su debido momento, el estatus de Tratado a través de un protocolo", sostiene Cowen en su carta. Este protocolo se ratificaría junto con el Tratado de Adhesión de Croacia en 2010 o 2011. Cowen avisa de que "el debate mediático en Irlanda ya está centrado en la forma de las garantías jurídicas" y que por ello está obligado ante su opinión pública a obtener este protocolo.

Dublín quiere que se deje claro que, tras la entrada en vigor de Lisboa, se respetará la neutralidad militar irlandesa, los temas de fiscalidad seguirán sometidos a la regla de unanimidad y la UE no abordará la cuestión del aborto. Además, no se reducirá el tamaño de la Comisión Europea, como preveía este Tratado, sino que seguirá habiendo un comisario por país. Junto a estas garantías, se aprobará una declaración sobre los derechos de los trabajadores y la política social.