Mientras Gordon Brown hacía el anuncio ante la Cámara de los Comunes, un grupo de personas se manifestaba a las puertas del Parlamento para exigir que se acaben las mentiras sobre la participación británica en la guerra de Irak. / Afp
compromiso ante los comunes

Brown anuncia una investigación independiente sobre la participación en la guerra de Irak

La oposición liberal considera que los trabajos sobre "el mayor error en materia de política exterior" tienen que realizarse de cara al público

LONDRES Actualizado: Guardar
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Una comisión independiente investigará a puerta cerrada los motivos que llevaron al Reino Unido a participar en la guerra de Irak y el desarrollo de la operación militar en ese país árabe. El anuncio lo ha hecho el primer ministro, Gordon Brown, después de que hace tres meses asumiera este compromiso.

La comisión empezará sus trabajos a finales del mes de julio, cuando se complete la retirada de las tropas británicas desplegadas en Irak, y tendrá un año de plazo para "identificar las lecciones aprendidas" entre los meses de julio de 2001 y de 2009. Brown ha expuesto ante la Cámara de los Comunes que la comisión no tendrá como objetivo "repartir culpas" y que de sus investigaciones no se desprenderán responsabilidades penales o criminales.

Los partidos de la oposición, y también numerosos diputados del Partido Laborista, llevan pidiendo una investigación sobre este conflicto desde poco después del inicio de la invasión para derrocar al presidente iraquí Sadam Husein, en marzo de 2003. La petición incluía el carácter público de la investigación.

La oposición pide una comisión pública

De hecho, el líder del Partido Liberal-Demócrata, Nick Clegg, mantiene su amenaza de boicotear los trabajos si se celebran a puerta cerrada, como ocurrió con la 'investigación Franks' sobre la guerra de las Malvinas en 1982. Clegg ha reiterado ahora que la investigación sobre "el mayor error en materia de política exterior cometido por un Gobierno británico en generaciones tiene que realizarse de cara al público".

El Gobierno laborista de Tony Blair fue el principal aliado del presidente de EEUU, George W. Bush, para invadir Irak, con el argumento de que Sadam Husein tenía vínculos con Al Qaeda y estaba en posesión de armas de destrucción masiva, un arsenal que nunca apareció. El pasado mes de diciembre, Brown ya dijo que habría una investigación sobre el proceso político y militar que derivó en el conflicto y sus consecuencias una vez que las tropas vuelvan al Reino Unido, y declaró su "orgullo" por la misión militar en Irak. En parecidos términos se ha pronunciado hoy: ha vuelto a defender los beneficios de la invasión y la ha justificado porque los niveles de violencia en Irak están en los niveles más bajos de los últimos cinco años, la economía está floreciendo y la democracia está asentándose.