La directora del festival, Mane Cisneros. /EFE
Sociedad

El Festival de Cine Africano de Tarifa puede con el mal tiempo de levante

El viento ha afectado a algunas fotografías y ha obligado a reforzar la jaima que alberga la sala de proyecciones

| TARIFA Actualizado: Guardar
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Las actividades del VI Festival de Cine Africano de Tarifa se desarrollaron ayer con normalidad a pesar del fuerte viento de levante que azota por tercer día consecutivo a la localidad gaditana, que alcanza los 50 kilómetros por hora y ha dejado a los barcos amarrados a puerto.

Tras un comienzo del festival con poniente suave, la calma chicha que se produjo el martes por la tarde no hacía presagiar, a los que no residen en Tarifa , el potente viento que pocas horas después soplaría en la localidad día y noche.

Una mujer de 93 años, Rosario Moreno, sin embargo, lo había advertido a Efe: «Va a saltar el levante porque Marruecos está ahogado», es decir, que tenía unas nubes que impedían ver con claridad las costas marroquíes desde su casa, situada cerca de la Plazuela del Viento, junto a la abandonada Iglesia de Jesús y a una residencia militar ahora en ruinas.

Esta mujer, con siete hijos, 24 nietos y 21 bisnietos y que trabajó 40 años en fábricas de conserva de pescados de Tarifa y Larache (Marruecos), no tenía dudas de que el levante acabaría «saltando», vaticinio que se cumplió.

El viento sólo ha afectado, de momento, a algunas de las fotografías de unos dos metros colocadas en dos cubos de madera en el Mirador de Miramar, que han sido derribados.

Ha habido que reforzar los amarres de una jaima situada junto a la antigua iglesia de Santa María, la principal sala de proyecciones, pero el público no se ha retraído a la hora de ir a ver películas o aprovechar las posibilidades de la noche tarifeña, entre ellos el actor Willy Toledo, que llegó anoche.

Otro cambio que ha provocado el viento ha sido que la aldea africana recreada para los escolares de primaria ha tenido que ser introducida en el colegio público Guzmán el Bueno, en cuyo patio estaba montada hasta el martes.

El viento impide desde ayer la salida de los transbordadores que enlazan Tarifa con Tánger, de los barcos que avistan ballenas y el trabajo de la almadraba local, lo que no permite que los turistas vean las labores de esta ancestral arte de pesca desde el barco puesto este año por la empresa, ha lamentado a Efe su capitán, Juan El Gallo.

Mientras tanto, el festival no se rinde y acoge las proyecciones previstas, la emisión de un programa en directo de Radio Exterior de España, el taller de percusión al aire libre, el foro de coproducción o el estudio de fotografía ambulante que concluyó ayer en Tarifa su periplo por nueve pueblos gaditanos más Tánger y Tetuán, en Marruecos.

La vida en Tarifa , acostumbrados sus habitantes al viento, continúa con su ritmo normal, con los jubilados sentados en rincones donde no se nota el aire y con vendedores en las calles, como una gitana mayor y su hija, que intentan vender canastos a las «morenas», como llaman a varias artistas de raza negra, entre ellas la actriz de Burkina Faso Naky Sy Savané, que pregunta en francés: «¿Qué es morena?».

Con la previsión de que baje la intensidad del viento hasta que el martes desaparezca, los lugareños se ríen cuando recuerdan que «sólo llevamos tres días de aire, hay veces que dura quince, entonces sí que nos volvemos locos de verdad».