Cuatro mujeres se sentarán por primera vez en el Parlamento kuwaití

Por primera vez en la historia, cuatro mujeres se sentarán en la Cámara de Diputados kuwaití, la única democracia parlamentaria del golfo Pérsico. Las cuatro nuevas legisladoras obtuvieron su escaño en las elecciones celebradas el sábado, en las que los islamistas perdieron peso político.

Las kuwaitíes conquistaron su derecho al voto en 2005, cuatro décadas después de que se celebraran los primeros comicios en el pequeño pero rico emirato, que tuvieron lugar en 1962. Desde entonces, su introducción en la vida política ha sido progresiva.

Masuma al-Mubarak, que consiguió uno de los escaños, ya había hecho historia en 2005 al convertirse en ministra de Planificación, el mismo año que otra mujer, Nuriya Sobeih, ocupó la cartera de Educación y Enseñanza Superior. Las otras tres flamantes diputadas son Rola Dashti, Asil al-Awadhi y Salwa al Jassar. Las cuatro son académicas y educadas en los EE UU.

«Los resultados de las elecciones suponen un cambio drástico en la forma en que los votantes kuwaitíes perciben la política», señaló a la agencia nacional Kuna Mohamed Feili, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Kuwait. Según el académico, las mujeres han conseguido anotarse un tanto «en un momento crucial y sentar un precedente en la historia de los parlamentos del Golfo». A los comicios se habían presentado veinte mujeres entre 120 candidatos, que aspiraban a ocupar los cincuenta escaños de la Asamblea Nacional. La Cámara fue disuelta hace dos meses por el monarca de Kuwait, el jeque Sabah al-Ahmed al-Sabah, para poner fin a la última crisis política del país que tiene paralizada una importante reforma económica. En los últimos tres años se han celebrado tres elecciones legislativas en el emirato, que ha contado en ese tiempo con cinco gobiernos diferentes.

Los islamistas suníes, que hasta ahora habían dominado el Parlamento, han sufrido un varapalo y perdido diez escaños de los 21 que ocupaban en la anterior legislatura. Los chiíes, en cambio, que suponen el 30% de la población, han aumentado su presencia en la cámara, así como los liberales.

La kuwaití es una democracia particular. No existen los partidos políticos y los principales grupos dentro del Parlamento los forman las diferentes tribus. Las alianzas se forman después de haberse decidido los escaños, y los cambios de grupo son frecuentes, lo que dificulta la aprobación de leyes.

De los 2,7 millones de habitantes del pequeño emirato, sólo 384.790 estaban llamados a las urnas. Dos terceras partes de la población son extranjeros, por lo que no tienen derecho a voto.

los islamistas perdieron peso político