El Gobierno de Sri Lanka pide ayuda para 250.000 refugiados tamiles

Tras la "derrota militar" de la guerrilla tamil declarada por el Ejército ceilandés, la tarea principal del Gobierno se centra ahora en gestionar la ayuda para los 250.000 tamiles refugiados en campos gubernamentales, víctimas de la guerra en el noreste. El secretario de Exteriores de Sri Lanka, Palitha Kohona, ha dado la bienvenida a cualquier ayuda internacional para los desplazados y ha incidido en que no dispone de un calendario para la vuelta a sus hogares, que tendrán que ser limpiados de minas y dotados de un sistema de conducción de agua y otras condiciones de habitabilidad.

El secretario ha señalado la necesidad de "crear las condiciones políticas para que todos puedan vivir con dignidad", aunque ha calificado como "poco realista" el establecimiento de una fecha límite para ello. "Estamos comprometidos con implantar un sistema que implique una devolución adicional de poder (para los tamiles)", ha asegurado.

El Ejército ha culminado hoy una ofensiva iniciada hace meses para acabar con la guerrilla, que fue retrocediendo hasta quedar cercada en una pequeña franja costera del noreste del país junto a decenas de miles de civiles (entre 50.000 y 80.000, según la ONU).

"Campos de detención"

A medida que los civiles pasaban a sus manos, el Ejército los ha ido dejando en campamentos instalados por el Gobierno, en los que está restringido el acceso de las agencias internacionales, sin que los propios moradores puedan salir. "En realidad son campos de detención administrados por el Ejército. Los civiles no tienen libertad de movimiento", denunciabda hace semanas un trabajador humanitario en el país.

Tanto los bombardeos del Ejército como la represión de la guerrilla, que disparaba a los civiles que intentaban escapar, han dejado un sangriento saldo de al menos 6.500 civiles muertos, a falta del recuento de las últimas semanas. Hoy mismo, el Consejo de la Unión Europea pedía de nuevo el cese de los combates -"la lucha debe terminar ahora"- e instaba a llevar a cabo una investigación independiente para determinar si han existido violaciones de la ley internacional y llevar a sus responsables a la justicia.

"Debo puntualizar -ha explicado Kohona- que nadie sabe cuántos civiles han muerto. Sólo hay denuncias exageradas del LTTE, que los utilizó para salvarse. Y además el Ejército ha actuado en todo momento intentando minimizar las muertes de civiles". "Era nuestra obligación moral, legal y constitucional rescatar a los 250.000 civiles en manos de los terroristas", ha concluido.