«Los andaluces podrán resolver sus problemas en su provincia»

Martes festivo en Sevilla. La Casa Rosa amanece prácticamente vacía. Escoltas y personal de seguridad rompen el silencio. El presidente avanza por uno de los salones de esta sede provisional del Gobierno andaluz. Traje, corbata y una sonrisa de bienvenida. José Antonio Griñán mantiene, de inicio, el mismo uniforme que cuando era, hace apenas una semana, vicepresidente segundo.

Su anterior despacho tenía más luz. En la sede de Economía y Hacienda, en Torre Triana, veía el cielo de Sevilla. Tampoco hay muchos artículos personales ni fotografías de familia. No le ha dado tiempo. Apenas lleva en 48 horas en su nuevo cargo.

La entrevista se va a desarrollar en una amplia mesa de trabajo. El periodista decide sentarse justo a su izquierda, pero el nuevo mandatario andaluz se adelanta. «Ponte ahí, en frente, porque a mí no me gusta hablar con nadie sin mirarle a los ojos».

–¿Cuáles son sus credenciales para presentarse como el ‘presidente del cambio’?

–Me llamo José Antonio Griñán, tengo 62 años. Llevo en política activa muchos años y creo que en todos los cargos que he desempeñado he acreditado capacidad; tengo el apoyo de mi partido; tengo los votos del pueblo andaluz y tengo un proyecto para adaptar a Andalucía a los nuevos tiempos.

–¿Y el cambio?

–El cambio se tiene que producir, fundamentalmente, por dos circunstancias. La primera, porque han cambiado las circunstancias y esto nos obliga a llevar a cabo una política diferente, sobre todo para afrontar las consecuencias de la crisis. En segundo lugar, y muy importante, porque he puesto en marcha ya, un proyecto de descentralización profunda de la Junta de Andalucía. Este es el cambio que se va a ver, principalmente en la Institución. Una Institución mucho más descentralizada, más cooperativa con el territorio, de tal forma que todas las administraciones del territorio tengan un objetivo compartido. Queremos que tanto ayuntamientos, diputaciones y la Junta puedan distribuir sus competencias de tal manera que los problemas del ciudadano se resuelvan, fundamentalmente, allá donde vivan.

–¿Qué plazos maneja para acometer esa descentralización?

–Los proyectos básicos tienen que estas en esta legislatura. Otra cosa es que se haga efectiva a lo largo de una o dos legislaturas, porque una descentralización de estas características no se puede aplicar de la noche a la mañana. Pero los proyectos legales tienen que estar hechos en esta legislatura (antes de 2012) y ese es el encargo que le he hecho al consejero de Gobernación, Luis Pizarro, nada más tomar posesión. Queremos una amplia descentralización en el tema político y con las corporaciones locales, y a la consejera de Justicia también le he dicho que hay que hacer una descentralización de la Junta en cuanto a sus propias competencias. Eso es lo que me ha hecho mantener la estructura actual de consejerías, salvo algunos pequeños cambios como trasladar Consumo a Salud e Inmigración a Empleo. Pero he mantenido la estructura básica porque habría sido temerario cambiar ahora sin saber, o prejuzgando cual va a ser el modelo final. Hay una situación de crisis, por eso he evitado que se pare un solo día de trabajar en la Administración, algo que sí podría haber pasado al acometer ahora un cambio de modelo. Primero vamos a tener el conocimiento de todo lo que se pueda descentralizar y luego ya haremos los cambios de estructura en la Junta.

–Durante su discurso de investidura dijo que quiere evitar que ningún andaluz sienta que la Junta no se preocupa por sus problemas cotidianos. ¿Existe tal percepción ahora?

–No. Yo he dicho que quiero que eso no ocurra, aunque también añadía algo. Si usted se lee el párrafo siguiente comprobará  que especificaba que no todo lo puede solucionar la Junta. Lo que quise decir es que una Administración no se puede declarar incompetente, aunque no tenga competencias. Todo lo que le preocupe al ciudadano debe ser recogido por los distintos departamentos de mi Gobierno, sin perjuicio de que la respuesta o la solución a esos problemas pueda venir de otra Administración. Pero en la Junta hemos de escuchar a todos y aportar, en la medida de nuestras posibilidades, la solución.

–En esta descentralización van a jugar un papel importante los delegados del Gobierno andaluz en cada provincia. ¿Busca un perfil concreto?

–Los delegados tendrán una organización distinta a la que tienen ahora. Pero quiero que quede claro que aquí hay dos tipos de descentralización. La política y a la administrativa. La política es la que se va a producir, especialmente, en el marco de la Administración local. Y luego está la administrativa, que es la que va a dar mayor poder de resolución de los problemas a la administración periférica de la Junta de Andalucía de manera que los problemas de Granada, Málaga, Almería, Jaén o Cádiz, se resuelvan en el propio territorio. Habrá unificación de doctrinas, pero queremos que la administración periférica sea capaz de solucionar los problemas.

–El PP se asienta con fuerza en provincias como Almería, Granada y Málaga. ¿Habrá una política específica para el oriente andaluz?

–Tiene que haber siempre una política diferente para cada territorio, porque tienes que modular las políticas generales, según las características de cada territorio. Yo he dicho que la Junta  de Andalucía va a gobernar para todos los andaluces y para todas las andaluzas, no sólo para los que han votado al PSOE, pero tiene que ser capaz, con su eficacia, de que todos los andaluces, incluso los que no lo hicieron en 2008, nos voten en 2012.

–Qué pueden esperar los andaluces del presidente Griñán en estos tres meses. ¿A qué se compromete?

–Me gustaría que los andaluces dijeran en 2012: El presidente ha cumplido lo que decía.

–¿Y lo que decía es que vamos a salir de la crisis?

–Hay que tener mucho cuidado con las palabras, porque aquí podemos encontrarnos con alguna persona que diga que tiene la fórmula para salir de la crisis o personas que digan que con ellos no habríamos llegado a esta crisis. Pues muy bien, pero yo no soy ni milagrero ni milagroso. Yo sé que esta crisis se ha producido como consecuencia de una crisis financiera que se ha producido en Estados Unidos y se ha extendido a todo el mundo. Y sé que esta es una crisis que tiene que evolucionar simétricamente en todo el mundo para poder solucionarlo. Y también sé que la Junta de Andalucía no tiene varitas mágicas para solucionar los problemas de la crisis de hoy para mañana. Pero también se, y lo veo en los datos de evolución de la economía, que estamos adoptando medidas que están paliando mucho de los efectos de la crisis, para que en Andalucía los efectos sean menos potentes. Y eso es lo que vamos a seguir haciendo. No se van a solucionar los problemas de la crisis en Andalucía o en España, si no se solucionan también y al mismo tiempo en el resto de países de la Unión Europea. Y si Estados Unidos no encuentra pronto la salida a su crisis, el resto de países vamos a tardar más en salir de la situación. Pero decirle esto a la gente es, precisamente, no mentirle. Y a los ciudadanos no se les puede mentir. Hay una crisis y hemos entrado todos juntos en ella y probablemente tengamos que salir todos juntos. Esto de pensar que Andalucía salga antes de que lo haga Alemania o Francia es irreal, el mundo no funciona así. No hay que ser milagreros. Mientras tanto, desde Andalucía vamos a tomar dos tipos de medidas: unas para activar la economía, mejorando la circulación del dinero donde podamos y, sobre todo, para proteger a los que más lo necesitan. A lo que sí me comprometo también es a que saldremos de la crisis en mejores condiciones: con una educación mejor, con más infraestructuras y con un mejor tejido empresarial andaluz.

–Llega para quedarse, pero las últimas encuestas conocidas marcaban una tendencia a la baja del PSOE y otra al alza del PP. ¿El ‘efecto Griñán’ puede invertir esa tendencia?

–¿’Efecto Griñán’? Mire usted, quien gana las elecciones es siempre, siempre, siempre, un partido político que lo hace bien o que da las suficientes garantías a los electores. Nosotros somos un grupo, yo sé que estoy encabezando un grupo, pero el PSOE de Andalucía es el que tiene que tirar de este proyecto. A lo largo de cuatro años de legislatura las encuestas varían mucho. A mí lo que me interesa es poder llegar al año 2012 con todas las papeletas para poder ganar las elecciones. Tengo un proyecto de largo recorrido, pero que siga o no depende de los andaluces.

–También debe solucionar el problema del inferior grado de conocimiento de su figura entre los andaluces si se compara, por ejemplo, con el más del 95% de Javier Arenas. ¿Está dispuesto a recorrer toda Andalucía una y otra vez hasta 2012?

–No sólo para que me conozcan, sino para conocer yo. Lo que me importa de recorrer Andalucía es enterarme de todos los problemas puntuales de los andaluces. El conocimiento no es el problema, porque cuando uno es presidente de la Junta de Andalucía acaba conociéndole todo el mundo. La cuestión es que yo conozca todos las dificultades de los andaluces y tenga respuestas para ellos. Por eso voy a ir por todo el territorio conociendo a mucha gente.

–Iniciar un gobierno con 800.000 parados supone una presión añadida. ¿Usted atisba la luz al final del túnel?

–En el mes de marzo tuvimos un dato de paro registrado malo, pero era la primera vez en siete meses que no se perdían afiliados a la Seguridad Social. La Encuesta de Población Activa del primer trimestre, siendo una encuesta mala, porque no ha sido buena, deja ver cosas en Andalucía que están mejor que en otros sitios. Hemos aumentado la Población Activa mucho más que en otras comunidades autónomas. Y no sólo eso, el 62% de los activos que han aumentado en España son andaluces y, sin embargo, nosotros hemos aumentado el paro mucho menos que la media. Hay algunos datos que son alentadores. Sí que creo que esta primavera vamos a tocar fondo. Ahora bien, queda por ver si una vez que hayamos tocado fondo, somos capaces de conseguir que la economía tenga una crisis de las que se llama en ‘L’, en ‘U’ o en ‘V’. Ese es el problema, si vamos a remontar y vamos a empezar a crecer pronto o si vamos a mantener una senda de dificultades económicas. Yo creo que estamos tocando fondo. Yo creo que las medidas que hemos tomado para impulsar la construcción van a desplegar todo su potencial ahora y creo también, al mismo tiempo, que las medidas que estamos tomando cara a dar liquidez a las pequeñas y medianas empresas va a dar sus frutos.

–El PP le ha pedido reformas y austeridad.

–¿Yqué reformas dice el PP que hay que realizar? Yo me los imagino como la yegua del filósofo, que tenía todas las cualidades, menos la resistencia. Aquí pasa lo mismo. El PP dice: ‘hay que hacer una reforma fiscal’. Muy bien, pero cuál, que la expliquen. Nosotros hemos apostado por un programa electoral, que está bien claro, completado por mi discurso de investidura. Nosotros vamos a hacer reformas y algunas de ellas la quiero hacer por consenso, como son las de la educación o las del desarrollo estatutario. Pero otras las voy a hacer conforme al programa electoral del PSOE, que es el mío. Y habrá diferencias de criterios. Pero eso es maravilloso, eso es la democracia.

–Los ayuntamientos esperan la nueva financiación procedente de los tributos de la Junta como un maná. Pero hay ayuntamientos que han cumplido con la norma en estos últimos años y no están tan endeudados como otros.

–Mire usted, cada uno es responsable de sus actos. Yo digo: ¿por qué Andalucía está en mejores condiciones de afrontar una etapa de menos ingresos con un mayor déficit y endeudamiento? Pues porque en la época buena redujimos el endeudamiento. Andalucía tenía el 8% del PIB de endeudamiento, en la época de crecimiento económico lo redujimos y ahora estamos en el nivel más bajo de todas las comunidades autónomas. Es como una familia. Si usted gasta el 20% de sus ingresos porque tiene una hipoteca, pues tiene un margen para endeudarse, pero si usted gasta el 80% no tiene ningún margen. ¿Hay que ayudar al que tiene el 80% y no al del 20%? No tiene ningún sentido, cada uno es responsable de sus actos, igual que las comunidades autónomas. Dicho esto, es verdad que hay ayuntamientos que tienen problemas, como los tiene la Junta, porque su financiación está muy relacionada, tanto ellos como nosotros, con la crisis económica y con el crecimiento económico. Participamos mucho más de ingresos que evolucionan conforme al ciclo económico y menos de otros que son muchos más estables como, por ejemplo, de la Renta. Perseguimos un sistema de financiación más estable, tanto para la Junta como para los ayuntamientos.

–Empresarios y sindicatos han sellado, con la Junta, acuerdos de concertación social durante seis años que han sido claves para el desarrollo de Andalucía. ¿Se podría entender que empresarios y sindicatos rompieran ese acuerdo ahora que han llegado las ‘vacas flacas’?

–No se entendería, y no lo van a hacer. Empresarios y sindicatos ya han pedido el restablecimiento inmediato del diálogo. La consejera de Economía y Hacienda empezará en breve los contactos para lograr este VII Acuerdo de Concertación Social. Con este modelo hemos tenido ciclos de enorme crecimiento económico y, además, sirvió para salir mejor de la crisis de principios de los noventa.Es un instrumento que ha servido para épocas buenas y para épocas malas y, por lo tanto, ahora que estamos en un momento crítico, también va a servir.