Incorregible

Berlusconi abundó ayer en el tono distendido con que viene refiriéndose a las consecuencias del terremoto que sacudió Italia a principios de abril al aconsejar a los damnificados a que acudan a una conocida cadena de precios asequibles a comprar los muebles para reconstruir una vida doméstica rota por el seísmo. Sus palabras inciden en esa incorregible tendencia del primer ministro a confundir la campechanía con el comportamiento chusco, incluso ante situaciones tan dramáticas como las que afrontan los evacuados. Una actitud que despierta incomprensión, cuando no rechazo, en parte de la comunidad internacional, pero que parece asumida en su país tanto si despierta condescendencia como si no. Esta aparente indiferencia resignada, unida a los éxitos electorales de Berlusconi, ha terminado por revestir de normalidad una actuación cuya extravagancia se transforma en dolorosa frivolidad ante la tragedia.