El Madrid remonta en Sevilla con un 'hat-trick' de Raúl y se acerca al líder

El Madrid lo consiguió. Venció en Sevilla y ya está a sólo cuatro puntos del 'Barça', que podría ser uno si le gana el sábado. Y se lo debe al de siempre: Raúl. El eterno capitán consiguió el tercer 'hat-trick' de su carrera deportiva para desesperación del Pizjuán. El ambiente de presión creado en Sevilla sólo duró media hora y sirvió para que los locales se adelantasen en el marcador. Pero la fe del Madrid es tan grande, que sin realizar un fútbol elegante como el de los azulgranas, resulta casi tan eficaz.

El guión se desarrolló según lo esperado durante los primeros minutos. Un Sevilla muy aguerrido y motivado encerró al conjunto 'merengue' en su campo, aturdido por la presión local y el empuje de las gradas. Ambos entrenadores apostaron por plagar el centro de campo y jugar con un único punta. Kanoute, en el caso local, y Raúl en el blanco; es decir, Renato en perjuicio de Luis Fabiano y Guti en el de Huntelaar -tocado desde el partido de Getafe-. Sin embargo, Navas ridiculizaba a Torres y Perotti hacía lo propio con un desconocido Sergio Ramos en las bandas.

Los de Manolo Jiménez atacaban en oleadas con muchos hombres llegando al ataque. En una de esas embestidas, Perotti centró desde la izquierda y Renato cabeceó a las mallas. El Pizjuán estalló en un grito de júbilo y satisfacción por rencor hacia Juande. El choque era un monólogo andaluz, el Madrid no reaccionaba, la Liga languidecía por momentos.

Sin embargo, en el minuto 30 Higuaín dispuso de una ocasión que detuvo Palop y algo cambió tras esa jugada. El Sevilla se replegó y permitió que el rival se hiciera con el esférico y poco a poco tomara el pulso al partido. Guti empezó a demostrar los quilates que atesora cuando mantiene la cabeza serena y arrastró a Higuaín y Gago en el juego. Los blancos se sentían cómodos pese al marcador adverso, hasta el punto que Metzelder se atrevió a galopar por la banda derecha, llegar hasta línea de fondo y poner un pase de gol que Raúl no desaprovechó. Era el minuto 45. Un tanto psicológico.

La segunda parte fue un calco al final de la primera. El Sevilla se mantuvo agazapado, esperando un contragolpe que nunca llegaba. El Madrid, con la confianza del empate, recordó la épica remontada ante el Getafe y salió dispuesto a sumar su octava victoria consecutiva a domicilio. Del ímpetu blanco hablan las subidas de sus laterales, algo impensable al comienzo del choque. Torres se atrevió, y su valentía tuvo premio. Su centro lo remató el capitán blanco. El Pizjuán enmudeció, y sin tiempo para reaccionar, mientras se tambaleaba, recibió otro zarpazo. Un error de Palop que no atajó un centro de Higuaín dejó a Raúl en bandeja el 'hat-trick'. La Liga revivía con toda su fuerza.

El Sevilla intentó recomponerse. Jiménez sacó toda la artillería: Luis Fabiano y Capel. Los locales, más con corazón que con fútbol, cercaron la portería de Casillas. Capel aprovecha un error de Sergio Ramos para recortar distancias y llevar la esperanza a su afición y el nerviosismo al Madrid, y Marcelo apuntilló al final.