Antonio Calle abrió con su gol la remontada que devuelve el liderato al Xerez, tras perderlo en la jornada del sábado. / PAULINO ORIBE
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El Xerez sigue marcando el ritmo

Los hombres de Esteban Vigo soportaron la presión de sus perseguidores y remontaron un resultado adverso en Mendizorroza

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El Xerez aguantó la presión, salió airoso de una complicada jornada en la que todos sus perseguidores habían sumado de tres, en la que sólo la Real se había quedado descolgada del tren de cabeza, y en la que habría perdido el liderato de no haber logrado la victoria ante el Alavés. Esteban y sus hombres dieron el enésimo golpe sobre la mesa y demostraron que son ellos, y ningún otro, los que marcan el ritmo del ascenso en la categoría de plata, que son ellos los que acumulan mayor número de jornadas en lo más alto de la clasificación de Segunda División, y que son ellos los que siguen siendo los principales candidatos a dar el salto a la máxima categoría del fútbol nacional. Y además, lo hicieron remontando un partido en el que nunca debieron estar por debajo en el marcador, pues sólo el árbitro y su colega, el del banderín, hicieron que el Xerez fuera inferior al Alavés.

Los tres puntos, logrados quizás con menor brillo que ante el Hércules, mantienen al Deportivo en lo más alto de la tabla y con las mismas diferencias respecto a unos perseguidores que continúan apretando el acelerador. La Real es el único que parece haber quedado definitivamente en el camino, pues ya se ha ido a siete puntos del la zona de ascenso. Esa que marca el Rayo y un Hércules (los alicantinos son cuartos), que sigue a cuatro puntos del conjunto azulino.

Continuidad

Esteban, fiel a su filosofía boqueronera, no tocó lo que venía funcionando y sólo realizó una variante en el once titular que había ganado al Hércules. Los resultados logrados por sus perseguidores aumentaban la presión, pero tampoco variaron el guión y a pesar de tener que salir a por la victoria para no perder el ritmo del grupeto de cabeza, el preparador azulino se quedó con el triángulo para la zona ancha. Jesús Mendoza retornó a una alineación en la que también estaba Chema bajo palos; Francis, Aythami y Martí Crespí , en defensa; Vicente Moreno, Abel Gómez y Álex Bergantiños, como vértices del triángulo que ha devuelto el juego y los resultados a los xerecistas; Momo, por la izquierda; Carlos Calvo, por la derecha; y Antonio Calle intentando cumplir de referencia ofensiva. El delantero madrileño era el jugador azulino más adelantado, pero prácticamente no participó en el juego xerecista. Calle se ofrecía a los carrileros cuando la jugada arrancaba desde muy atrás, pero nunca fue capaz de girarse y mirar de cara al portero albiazul salvo en el tanto del empate. En las jugadas a balón parado sí apareció, pero ni mucho menos con acierto. Suya fue la primera acción de peligro para la portería que defendía Bernardo. Abel buscó al ariete madrileño en una falta lateral, pero Calle no supo encontrar el gol a pesar de rematar completamente libre de marca. Peinó el cuero, pero no fue capaz de desviar lo suficiente como para introducir la bola en la portería alavesista. Todo lo contrario que Astudillo, que en el otra área gozó de la mejor ocasión del Alavés en la primera parte. El argentino puso a prueba a Chema con un certero cabezazo ajustado al palo, que el de Orihuela mandó a saque de esquina, previa estirada.

Ataque en bloque

Los de Esteban Vigo fueron capaces de mantener perfectamente la posición tanto en defensa como en ataque, mostrándose como un bloque sólido y compacto que se movía de manera homogénea y que sólo se frenaba cuando llegaba a la frontal del área del Alavés. Allí el conjunto vasco plantaba su línea defensiva y aumentaba la presión disolviendo las intenciones ofensivas de los xerecistas.

Pese a todo, la mejor de las ocasiones azulinas en la primera parte llegó a la contra. Una rápida jugada entre Abel y Carlos Calvo que el madrileño no supo definir a pesar de contar con tiempo y espacio para pensar la manera de resolver el mano a mano con Bernardo. Carlos volvió a demostrar que le falta gol, pues su disparo fue centrado y alto. El colegiado marcó saque de puerta a pesar de que el disparo de Carlos Calvo pareció rozar con la testa del guardameta albiazul.

La del interior diestro madrileño no fue la última de las llegadas xerecistas, pues Calle volvió a tener otra oportunidad casi calcada a la de los primeros minutos, en otra falta lateral. El punta madrileño volvía a quedarse libre de marca, pero su impacto con el esférico pareció más un despeje que un remate, pues sin ningún rival cercano y prácticamente en el área chica, Calle remató con la cabeza casi a la altura del suelo enviando el cuero lejos de la portería del Deportivo Alavés.

Tras la reanudación, el dominio del encuentro cayó descaradamente en las manos del Xerez Deportivo, pero fue el Alavés el que se adelantó en el marcador gracias a una extraña jugada en la que los locales contaron con la colaboración del colegiado y de su asistente en la banda. La jugada nació de un córner que llegó a Cuevas, momento en el que el línea levanta su banderín provocando la relajación de una defensa xerecista que se quedó mirando (pensando que la jugada quedaría invalidada) como Javi Guerra empujaba con tranquilidad el cuero al fondo de la puerta defendida por Chema. La sorpresa se produjo cuando el asistente bajó repentinamente el banderín y Hernández Hernández dio validez al tanto, provocando un tremendo cabreo en todo el xerecismo.

Pero lejos de quedarse tumbado, los azulinos reaccionaron rápidamente para marcar sólo un minuto después. Calle aprovechó una jugada truncada dentro del área del Alavés, y tras un par de rebotes y otros tantos remates el madrileño volvía a dejar el marcador igualado.

Fue entonces cuando Esteban aprovechó la inercia para apostar a ganador. El malagueño retiró a Calle, dio entrada a Antoñito y el Xerez se volcó al ataque. La calidad del punta sevillano se notó rápido y a los pocos minutos se asoció con Calvo, para que el madrileño (de rebote y casi sin querer) le diera un pase de gol a Momo, que el canario no desaprovechó definiendo a la perfección.

El zurdo decidía nuevamente para el Xerez y crecía como anotador para continuar como máximo goleador del conjunto jerezano. Un honor que le está peleando Antoñito y del que se está beneficiando el Xerez. El sevillano también quería sumar en su casillero de goles y de hecho lo habría hecho si el colegiado hubiera dado validez a un gol totalmente legal del punta azulino cuando el Alavés atacaba a la desesperada. Pero para entonces ya todo estaba decidido y todos los xerecistas pudieron viajar de regreso a Jerez con los tres puntos, que le dedicaron a un Álvaro Silva que está pasando unos duros momentos.