«No me voy despechado»

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, apura sus últimas jornadas como número dos del departamento. «La teoría de que me voy despechado sólo la pueden creer aquellos que no me conocen», aclaró, frente a quienes atribuyen su salida al descontento, e ironizó después con su futuro destino: «No sé lo que haré, y algunos tienen mejor información que yo». Dejó claro, eso sí, que -pese a ser destacado militante del PSC- no tiene reservado, ni tampoco desea, un puesto en las listas al Parlamento Europeo.

En el habitual encuentro con periodistas para comentar la evolución de los precios, aseguró que había pedido el relevo antes de mantener una conversación con la nueva vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y se negó a especular sobre su actuación en el caso de que Pedro Solbes hubiera seguido al frente del Ministerio. Insistió en que su retirada obedece a razones personales, y mencionó «la necesidad de recuperar más espacio personal».

Admitió que le costó abandonar el puesto. «Siempre es difícil poner fin a tan largo periodo de compromiso con el Gobierno», reconoció. «Más todavía -puntualizó-, porque para mí este trabajo ha sido un privilegio».

La salida de Vegara del Ministerio de Economía provoca un roto que el jefe del Ejecutivo quiso atajar con una mediación personal. El todavía secretario de Estado no se prestó a opinar sobre la idea de Rodríguez Zapatero de que hubiera que imprimir un ritmo más acelerado a las medidas anti-crisis. «Nosotros -dijo, en referencia al equipo de Pedro Solbes- hemos trabajado a tope». Y precisó que «en democracia, los cambios corresponde realizarlos al presidente del Gobierno».

En su intento de dejar claro que no se están solventando cuestiones personales, prodigó después elogios a la nueva titular del departamento. «Elena Salgado es una persona preparada para el cargo y poner en duda su capacidad es un disparate», aseveró, con firme tono.

Vegara abandona el puesto al tiempo que reconoce alguna luz, aunque todavía tenue, al final del túnel. Apuntándose a las tesis del presidente Obama y del responsable de la Reserva Federal, Ben Bernanke, reconoció que «hay elementos que empiezan a apuntar cierta estabilización en EE UU, en la UE y también en España».