Murió el Tarancón de Algeciras

A los 84 años de edad, falleció esta semana el sacerdote Sebastián González Araujo, que durante 41 años párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, en Algeciras. Hijo Adoptivo de dicha ciudad desde el año 2000, el Ayuntamiento de dicha población rindió tributo a su memoria con las banderas de los edificios municipales a media asta. Fue vicario general del Campo de Gibraltar, así como delegado diocesano para el clero y, tras su jubilación, fue designado capellán del antiguo Asilo de San José. A pesar de dicho reconocimiento local, sorprende que a escala provincial no recibiera nunca homenaje alguno por su papel durante la transición democrática: asumió, en gran medida, el compromiso con la democracia del cardenal Tarancón, con quien le unió una buena relación. Sin ser un agitador, cobijó a numerosos perseguidos del franquismo en el templo mayor de dicha ciudad, donde tuvieron lugar, por otra parte, numerosos encierros sindicales. Quizá la débil presencia del PSOE renovado durante la clandestinidad en dicha localidad no le hicieran conocido, luego y más allá de su propio término municipal, en los círculos del poder institucional dominado por dicha formación.