El paro en Cádiz suma 20 meses de subidas y llega a 157.370 afectados

Un par de certezas y un puñado de matizaciones. Los datos del Ministerio de Trabajo sobre el paro registrado durante el pasado mes de marzo no son lo que parecen y, prácticamente, ponen el contador a cero. Pero antes la verdad indiscutible: la provincia de Cádiz acabó el tercer mes de 2009 con 157.370 demandantes apuntados a las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo tras sumar otros 2.846 parados a su ya extensa lista. Con marzo, ya son 20 los meses que lleva el mercado gaditano con incrementos en estas cifras. La barrera de la depresión absoluta (la de los 200.000) parece muy lejana; a este ritmo de unos 3.000 nuevos afectados cada treintena, el límite se cruzaría en el verano de 2010.

¿Imposible? En el lado amable de la bonanza no es menos cierto que se nota cierto efecto desgaste, como si ya no pudiera subir mucho más el cómputo final. Al menos, Cádiz es la provincia andaluza donde menos se ha incrementado el desempleo en tasa interanual (de marzo a marzo): un 38,48%, frente a una media regional del 47,98% y nacional del 56,69%.

Todo lo anterior nadie lo pone en duda. El problema es que el Servicio Estatal de Empleo aplicó el mes pasado un cambio estadístico que, si bien deja el número total de desempleados en los mismos guarismos, trastoca todo lo que pensábamos hasta ahora de qué actividades sufrían en mayor medida la recesión. Por ejemplo, Cádiz tiene ahora 35.470 demandantes de trabajo en el sector de la construcción y en febrero contaba con poco más de 31.000. ¿Más de 4.000 en un solo mes? No, no hemos vuelto a lo más duro del desplome inmobiliario. De hecho, el Ministerio asegura que el paro en el ladrillo ha crecido «realmente» en 445 personas en el primer dato que debería recoger los efectos iniciales del Plan Zapatero de inversión local. Es decir, 10 veces menos de lo que dicen los números.

Igualmente, las cifras «oficiales» hablan de 15 nuevos parados en la agricultura, lo que deja el global en 4.110 a 31 de marzo en Cádiz. A 28 de febrero, esas mismas estadísticas cifraban en 7.198 los desempleados del campo, con lo que no hay que ser un estadista del G-20 para volverse loco y cuadrar lo que no se puede cuadrar. La explicación la da el propio Departamento que dirige Corbacho: se han reasignado todas las demandas según los nuevos criterios de la contabilidad nacional y eso ha provocado cambios significativos en las cifras finales de marzo. Al mismo tiempo, se ha rastreado entre el colectivo de sin empleo anterior y se ha integrado a todo aquel que haya firmado alguna vez en su vida un contrato donde corresponda.

El resultado para Cádiz, además de los 35.000 de la construcción y los 4.000 de agricultura, es que hay 13.292 desempleados relacionados a la industria (hasta febrero las cifras se movieron en el entorno de los 11.000), otros 80.015 en los servicios (hubo 74.000 en el segundo mes) y 24.483 sin trabajo previo (frente a los más de 30.000 del mes precedente). En líneas generales, se han trasvasado demandantes de la agricultura y de sin empleo anterior a las demás ramas para dejar un nuevo panorama, mucho más negro para los sectores vitales, como industria, construcción (que en el conjunto nacional es la que más sale perdiendo) y servicios; menos dureza con los otros dos. A una escala menor, los retoques técnicos han alumbrado el hecho de que el paro haya bajado espectacularmente en la Sierra (en el campo) y subido bastante en la Bahía.

Renta y subisidios

Hablando de aquellos sin oficio. Cádiz también encabeza otra nómina negra: la de personas que perciben la Renta Activa de Inserción, que es lo que reciben los parados con más de 45 años cuando ya no les queda nada o cuando no han cotizado lo suficiente (hay decenas de excepciones y requisitos, que incluyen hasta a las víctimas de malos tratos y que se pueden consultar en www.inem.es). Como decíamos, en la provincia hay 9.628 personas que disfrutaban de esta paga (que se recibe hasta en tres ocasiones en tandas de 11 meses) en febrero de 2009. La segunda provincia con más beneficiarios de este tipo es Sevilla, con unos 7.000. Madrid supera por poco los 3.000.

Luego está el subsidio por desempleo, que supone un estadio intermedio entre la prestación más conocida y la renta básica. Cádiz, una vez más, está en el pelotón de escapados, con 30.738 expedientes. Sólo es superada por la propia Madrid, Barcelona y Sevilla.

Finalmente, 46.473 demandantes censados en las oficinas provinciales ingresaron su prestación contributiva estándar en el mes de febrero (los detalles de marzo se desconocen todavía). Si se relaciona con los que había hace un año, el global ha engordado en un 54%. De forma paralela, el gasto se disparó un 46%, porcentaje que suena a muy alto, pero que empequeñece al ponerlo en el espejo del incremento nacional: del 71%.

En suma, y al término del mes de febrero de este 2009, había 98.362 gaditanos con un algún tipo de ingreso procedente de la Seguridad Social, lo que deja a casi 60.000 parados sin cobertura alguna. La situación empeorará en los próximos meses, al mismo ritmo que se vayan terminando las ayudas.

Con todo este panorama, una de las conclusiones es que el deterioro del mercado laboral no conoce límites en su descomposición. La provincia, por supuesto, no es ninguna excepción, pero, algo es algo, deja pequeños detalles de esperanza (o de tuerto en el país de los ciegos). Es la sensación que deja el número de afiliados al régimen público, de 361.877 asalariados al acabar marzo, después de sumar 1.697 adhesiones (en un entorno de reducciones generalizadas). ¿Cambio de ciclo o la temporada de verano y el cierto repunte turístico empiezan a notarse?