Dos vidas de mentiras y deudas

l flamante Audi A5 Coupé, color rojo brillante, que conducía Luis García por la ciudad, es la mejor metáfora que representa la vida de Luis García y Ana Suárez: una apariencia de lujo y buena vida, que ocultaba toda una serie de deudas tras de sí. Y es que, ni el coche era de su propiedad (era alquilado) ni lo habían pagado (debían más de 10.000 euros a la empresa de leasing). Luis García tenía fama de vividor entre sus conocidos, y de arrogarse grandes profesiones y méritos: entre ellos el de ser representante de futbolistas de la UEFA. Era conocido en la noche gaditana, especialmente en ciertos bares, donde solía situarse detrás de la barra. Ana Suárez, por su parte se presentaba como gran empresaria y se indignaba si alguien dudaba de su integridad y de su palabra al recibir las fianzas. Efectivamente, poseía dos clínicas dentales, aunque no estaba colegiada ni como protésica ni como dentista, aunque ejercía como tal.