MISTERIO. Mina está retirada desde 1978, aunque graba cada año. / AFP
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Los pecados de Mina

Mina Mazzini, 'La tigresa de Cremona', casi invisible desde hace 40 años, se atreve con arias para tenor en su nuevo disco

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Mina Anna Mazzini, Mina, también conocida como la tigresa de Cremona, es una de las grandes voces de Italia, lo que viene a ser una de las grandes voces del mundo. ¿Quién no es capaz de repetir el machacón estribillo de 'parole, parole, parole, parole, parole, parole...'?

Retirada de los escenarios desde hace casi 40 años, Mina ha dado una vuelta de tuerca más a su carrera. Acaba de sacar al mercado un disco titulado Sulla tua bocca lo dirò, en el que hilvana diversas arias para tenor con su voz de amplios agudos. Hace unos meses el mundo esperó (en vano) que Mina rompiera su retiro y que presentara su nueva obra en el Festival de San Remo. Palabras mayores. Sin embargo, la diva, de 69 años, siguió fiel a su deseo de evitar los focos y envió un vídeo al concurso.

En la grabación se la ve tras unas enormes gafas de sol marrones, con el pelo rubio, abundante y tejido en una gran trenza, vestida de negro, concentrada frente a un micrófono en su estudio de grabación. Patty Bravo, la cantante de La Bámbola, arremetió contra su colega y se preguntó qué sentido tenía hacer concursar en San Remo a «un ectoplasma». «Le falta coraje, porque tiene una voz bellísima», apuntó Patty Bravo, otro mito de la canción melódica italiana.

Una voz prodigiosa

La sorpresa fue descubrir que Mina se atrevía con la ópera en su nuevo disco. Y no sólo eso. Además, Mina se ha lanzado a interpretar arias reservadas para voces masculinas. Como el Nessun dorma y E lucevan le estelle, dos emotivas arias para tenor de la ópera Turandot de Giacomo Puccini.

Su decisión, claro, ha causado revuelo entre los puristas del bel canto, heridos, además, por una paisana elevada a alos altares nada menos que en la cuna de la ópera.

En la portada del cedé de la diva Mina, el disco que hace el número 106 en su carrera, la cantante aparece ataviada y maquillada como una Turandot, como una metálica princesa oriental, o bien como una de las misteriosas sibilas pintadas por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.

Mina se atreve también a hacer su particular versión mix de la Mimí de La Bohème y ataca la Arlesiana de Silea y el adagio de Tommaso Albinoni. Más acorde con su trayectoria, Mina se agarra en uno de los once temas al bandoneón de Ástor Piazzolla para reinterpretar la pieza Oblivion (Una sombra más).

Mina se ha beneficiado en España de un reciente reconocimiento tras haber sido homenajeada por la cantante Mónica Naranjo.

La diva brilló en los años 60 y 70 cuando, junto a Alberto Lupo y a Adriano Cellentano, cantó Parole. En 1978 dio sus últimos conciertos en directo, se trasladó a Lugano (Suiza), se apartó de la popularidad y se refugió en su familia. Hasta estos pecados.