FELICES. García Escudero, Basagoiti, Camps y Núñez Feijóo se saludan ante la presencia de Rajoy antes del Comité ejecutivo del PP. / EFE
ESPAÑA

Los populares culpan a Zapatero de la derrota de los socialistas gallegos

Cospedal asegura que los electores castigaron al PSOE por mentir sobre la crisis y no saber gestionarla

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«Votar a Touriño es votarme a mí», les dijo a los gallegos José Luis Rodríguez Zapatero en el fragor de la campaña electoral. Tras la derrota de los socialistas en Galicia, el PP le toma la palabra y le pasa factura. Con intención de dar trascendencia nacional a las votaciones autonómicas del domingo, el partido opositor culpó del fracaso al Gobierno socialista por su forma de hacer frente a la crisis económica. El comité ejecutivo de los populares hizo esta interpretación de las elecciones en la reunión que celebró ayer para analizar también el crecimiento del paro y exigir responsabilidades políticas a Rodríguez Zapatero.

La secretaria general, Dolores Cospedal, hizo una traducción nacional de las elecciones a la Xunta y explicó que «los gallegos no votaron a Zapatero por mentirles sobre la crisis y no saber gestionar» las dificultades económicas que padecen los ciudadanos. En su análisis ante el comité ejecutivo, calificó de «catastrófica» la cifra del paro que se conoció ayer y, en rueda de prensa posterior, señaló que José Luis Rodríguez Zapatero debe asumir responsabilidades políticas por la situación del desempleo, los críticos datos económicos y la actitud del vicepresidente económico, Pedro Solbes, que desea ser ex ministro.

«A lo que está»

Definió también el éxito de su partido en las elecciones a la Xunta como la consecuencia de que «los gallegos han dado la espalda al «nefasto gobierno bipartito», sin olvidar mencionar los méritos de Alberto Núñez Feijóo y del líder del partido que participó de forma intensa en la campaña. Además, explicó el resultado como una respuesta de los electores a los escándalos de corrupción que atribuyó a las maniobras de sus adversarios para perjudicar a su partido. «Ha quedado claro -dijo- que, a pesar de los intentos de muchos para que esto (la trama) afectara al PP, la gente está a lo que está», y volvió relacionar el voto con los problemas de los parados, la gestión de la crisis o las dificultades económicas.

Mariano Rajoy se presentó ante el comité ejecutivo flanqueado por los candidatos en el País Vasco y Galicia, Antonio Basagoiti y Alberto Núñez Feijóo, y el trío recibió una gran ovación de sus compañeros de partido. Todos apuntaron a los nuevos barones territoriales como nuevos valores políticos emergentes y, especialmente, apreciaron el tono del discurso del presidente electo de la Xunta de Galicia. «Esto es el inicio del cambio de ciclo», pronosticó otro de los dirigentes autonómicos de peso, el presidente valenciano, Francisco Camps. Junto con Manuel Fraga, fue el único que intervino en la reunión -además del presidente y la secretaria general- y muchos dedujeron que trataba de demostrar su lealtad a Rajoy. En fechas recientes, se dijo se dijo que Camps estaba quejoso por apreciar poco apoyo de la dirección nacional cuando las informaciones le relacionaban con la trama de corrupción por su amistad con el dueño de la terminal valenciana, Orange Market. El ex presidente de la Xunta no podía dejar pasar la ocasión sin dar su opinión para valorar el trabajo de quienes se embarcaron en la campaña electoral peleando los votos, pueblo a pueblo. «Como se dice en mi tierra, hai que sachá-los votos (hay que cavar los votos)», les dijo a sus correligionarios en una comparación entre la búsqueda de apoyos en campaña y el duro trabajo del labriego.

Arrasar

Mariano Rajoy creció a los ojos de su partido por la denodada pelea en que se embarcó en las dos últimas semanas y todos apreciaron su capacidad para movilizar al electorado. El líder confesó a la ejecutiva que han sido las mejores campañas electorales que ha conocido y puso en valor su influencia al recordar que hace mes y medio nadie hubiera apostado por el triunfo. Destacó el logro del equipo de Basagoiti en su primera convocatoria y en un momento en el que los socialistas trabajaron a favor del voto útil. Éste explicó al comité ejecutivo que pretende «crecer con calma» siguiendo el proceso iniciado el domingo «a pesar de las dificultades». Alguien apreció cierta emoción en el presidente electo de Galicia cuando dedicó su triunfo a Rajoy y a Fraga. Núñez Feijóo demostró que asume la amplia mayoría absoluta con humildad y recordó que así como ha recibido la confianza de los gallegos también puede perderla. Destacó el hito que supone este resultado porque acaba con el mito de que la participación sólo beneficia al PSOE. Hasta este domingo, los populares estaban convencidos de que les favorecía una alta abstención y trataban de organizar campañas poco agresivas para impedir una movilización de los votantes socialistas. Ahora, se impone un cambio en los hábitos electorales porque el PP de Galicia creció y ganó con un considerable incremento de la participación.

Rajoy tomó nota del dato y reclamó de su partido una movilización similar para la campaña al Parlamento Europeo, que los populares ya han puesto en marcha. Les dijo que deben trabajar, desde este mismo instante, para las elecciones de junio y tomar las votaciones del domingo como un paso más en el camino de la recuperación del poder. El deseo del PP es, como dijo Camps, seguir con la racha y «arrasar» en las europeas.