El Gobierno de EEUU se ha hecho con el 36% de las acciones de Citigroup./ Afp
crisis financiera mundial

Citigroup se desploma en Bolsa tras incrementar el Gobierno de EEUU su participación en el banco

La Administración Obama ha tenido que salir al rescate de la entidad, una de las más afectadas por el fraude de Lehman Brothers

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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El grupo bancario estadounidense Citigroup, del que el Gobierno del país se ha hecho con el 36% de las acciones, perdía a media sesión un 38% en el índice bursátil Dow Jones. La entidad, una de las más afectadas por el fraude de Lehman Brothers, ha confirmado que emitirá acciones comunes a cambio de acciones preferentes de la entidad, lo que permitiría al Gobierno estadounidense controlar hasta un 36% del capital social de Citi sin realizar ninguna inversión adicional.

"Este anuncio debería tranquilizar a quienes estaban preocupados por una nacionalización", se ha apresurado a declarar el consejero delegado de Citi, Vikram Pandit. Con esta operación, los contribuyentes, que de forma indirecta ya han inyectado 45.000 millones de dólares en el que fuera el mayor "supermercado financiero" del mundo, pasarán a ser los mayores accionistas de la entidad, reemplazando así al príncipe saudí Alwaleed bin Talal.

La operación consiste en que Citi ofrecerá a los titulares de acciones preferentes hasta 27.500 millones de dólares en nuevas acciones comunes a un precio de 3,25 dólares cada una, lo que implica una prima del 32 por ciento sobre los 2,46 dólares a los que cerraron el jueves. Así, el Gobierno canjeará hasta 25.000 millones de dólares que tiene en títulos preferentes (conseguidos en contraprestación de las inyecciones de capital) por acciones comunes (que dan voz y voto en el banco), sin que ello implique desembolso adicional alguno.

Washington elevará de esta forma del 7,8 al 36% su participación en el banco, que se convertirá en uno de los más capitalizados de EEUU en un momento en que casi todas las entidades acusan de una u otra manera una crisis que ha dejado sus balances tambaleándose y ha congelado la actividad crediticia que les ayudaría a salir del atolladero.

"Por supuesto que el Gobierno tiene una cantidad significativa de acciones comunes, pero mantenemos nuestro compromiso con todos los accionistas de darles una excepcional rentabilidad una vez que salgamos de este ciclo", explicó Pandit para evitar la fuga de los inversores actuales, conscientes de que su participación actual podría descender hasta el 26%. La conversión de acciones está abierta también a otros socios, y, según el banco, ya han mostrado interés el propio príncipe saudí y otros inversores habituales de Citigroup.

Lección aprendida

Esta operación es una de las más drásticas adoptadas hasta ahora por el Gobierno de Washington para evitar el colapso de una institución que, según los analistas, es demasiado grande como para permitir su derrumbe. La lección aprendida con Lehman Brothers, a la que se dejó morir, hace que la Casa Blanca tenga muy presente el daño que puede causar el derrumbe de un coloso financiero de tal magnitud. Esa preocupación le llevó a tomar una participación mayoritaria en AIG, la que fuera la mayor aseguradora del mundo, y a intervenir los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac.

Además, la operación marca una nueva fórmula de intervención pública que se podría replicar en otras entidades que el Gobierno detecte que no están suficientemente capitalizadas como para aguantar nuevas embestidas de la crisis financiera.

Citi aún tiene incluidos en sus cuentas 300.000 millones de dólares en activos que se han vuelto prácticamente incobrables, debido al derrumbe del mercado inmobiliario y al estallido de la burbuja creada por la proliferación de instrumentos de deuda respaldada por hipotecas en mucho casos de alto riesgo.

Como parte del acuerdo con el Gobierno, Citi renovará su Consejo de Administración para que esté formado en su mayoría por consejeros independientes. Además, ha anunciado la suspensión del reparto de dividendo y la amortización de 9.600 millones de dólares para reflejar la caída del valor de su fondo de comercio debido al progresivo deterioro del mercado financiero.